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Cale Chade.


Cuando Ryle se alejo sin decir palabra, me quedé a solas con su madre. Intenté no mostrarme nervioso, pues aunque ya la había visto a los ojos, estando a solas con ella, me hacía sentir intimidado y... culpable.

―Solo quería agradecerte por estar con Ryle, desde que te conoció, sin duda parece que ha cambiado, sigue siendo un niño dulce, pero... siento que se ha vuelto más libre, y sé que eso es gracias a ti ―habló mientras se sentó junto a mi, y tomo mis manos entre las suyas―. De verdad espero que estén juntos por un largo, largo tiempo ―sonrió brillantemente.

Apreté los labios, ¿cómo le podía explicar sobre todo lo que le hice pasar a su hijo? Sin duda me odiaría, pero, no podía hablar y confesarle todo, porque era egoísta, y quería quedarme junto a Ryle. Además, no creo que haya sido Ryle quien ha cambiado, yo lo he hecho, realmente Ryle me cambió la vida de la manera más linda y positiva. 

Aun así, no era seguro que estuviéramos juntos por un largo tiempo.

Pronto, Ryle y su padre llegaron a la sala de estar, y entonces la miré a los ojos.

―Sin duda estaré junto a Ryle por un largo tiempo, incluso si no puede verme ―prometí, para después voltear a ver a Ryle con una pequeña sonrisa.



―¡Nos vemos después, vengan a visitarnos seguido! ―se despidió animadamente la madre de Ryle―. Y ve al doctor, Cale, me preocupa tu condición ―pidió con preocupación, mientras se abrazaba a su esposo.

Me despedí con una gran sonrisa, y asentí animadamente.

―Lo haré, y vendremos tan seguido como podamos ―contesté antes de subir al auto, en el lado del copiloto.

No me estaba sintiendo bien, es por eso que Ryle había insistido en irnos. Había intentado ocultarlo, pero incluso la madre de Ryle se había dado cuenta, así que fue ella quien insistió en que nos regresaramos a casa.

Una vez el auto arrancó, pronto me comencé a sentir somnoliento, así que decidí cerrar los ojos unos momentos.



Cuando abrí los ojos, me di cuenta que estaba en un lugar extraño. No era el carro, y tampoco era la habitación que compartía con Ryle.

―Vaya, por fin has despertado ―al escuchar al Dr. Trévne, me quedé unos momentos analizando.

―¿Estoy en el hospital? ―pregunté mientras intentaba enderezarme. 

―Así es, caíste en una gran fiebre hace un par de horas, y Ryle no se quería alejar de tu lado, hasta que lo obligue a irse a casa, no era tan grave tu situación después de todo, pero aun así quería mantenerte vigilado durante la noche ―el Dr. Trévne se acercó a ayudarme para enderezarme.

―Ah, ¿es por la desaparición de la marca? ―pregunté mientras me estiraba en la cama.

El doctor pareció detenerse, y entonces me observó con profundidad, lo miré confundido.

―Me temo... que no es eso ―negó levemente.

―¿Entonces qué pasa? ―pregunté confundido.

―... ¿No has sentido nada diferente durante estas últimas semanas? ―preguntó.

Me quedé pensativo unos instantes, hasta que finalmente negué con la cabeza.

Got Ya (omegaverse)Where stories live. Discover now