¿Esa es la primera? Maldición.

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Sveein

Varios días pasan así, yo espero su llegada y que las horas no transcurran tan rápido para su ida, esperando y esperando, a sabiendas de que no queda casi nada para el final.

Nadie que no pueda ser amado por lo que es, merece vivir. Ese pensamiento me atormenta, y mi único salvavidas es el agua de la piscina y las clases de Bryn.

—Hoy jugaremos mi versión del programa Quien Quiere Ser Millonario. —anuncia cuando terminamos la clase de Geometría.

—Pero si ya lo soy... —rueda los ojos, pero sonríe.

—Por Dios, se te cayó de nuevo —recuerdo esa primera broma que me hizo y las carcajadas no se hacen esperar. De un bol de vidrio saca una tira de papel —Pregunta número uno, por postre doble de la señora María... ¿Qué período, conocido por su contribución a las artes, comenzó en Italia a finales del siglo XIV?

—¿Esa es la primera? Maldición.

—Esa boca, señor...

El juego resultó más divertido de lo que esperaba, me reí como nunca, y al final gané un caramelo. Solo con Bryn las clases podrían ser así de divertidas.

Casi a la salida le pregunto—: ¿Cuándo saldremos al paseo educativo?

—No he tenido tiempo de organizarlo, espero que sea la próxima semana.

Al llegar a mi habitación siento como si el corazón se me fuese a salir por la boca. ¿Qué me está pasando? Experimento un maldito mareo que me deja fuera de combate, yazco en el piso y lo último que veo es el blanco del techo hasta caer en la oscuridad. 

Todo lo que deseesWhere stories live. Discover now