Hermanastros || amanene 🔞

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Desperté gracias al sentir como alguien jugaba con mis cabellos, y al abrir los ojos ella yacía despierta a mi lado,con una sonrisa la cual se fue desvaneciéndose.

—¿Pasa algo?—pregunte somnoliento.

—perdon si te desperté, aún es de madrugada...

Habíamos tenido un encuentro íntimo en aquel entonces.

—te noto preocupada...

—es mi papá...

Ella se poso boca arriba mirando al techo, y dió un suspiro profundo. Me acerque a abrazarla.

—¿Me puedes decir por qué?—bese ligeramente su hombro del cual yo me estaba arrimando.

—an pasado semanas... Y no me a llamado y no me contesta ni los mensajes ni las llamadas, me tiene preocupada...

—entiendo, debe de ser duro...

—pero no importa, almenos no ahora—se volvió asia mi—ahora quiero disfrutar ento, estar contigo. Ahora.

Bese su mejilla.

—pronto te hablara, sus razones debe de tener—trate de calmarla.

—si—sonrio.

—que te parece... Si mañana vamos al parque o no se. Solo quiero verte feliz y despreocúpate.

—tienes razon—se giro para verme—gracias—me abrazo escondiendo en mi pecho desnudo.

—no hay de que—bese su cabeza—ahora duerme, no tenemos que estar despiertos a esta hora.

Al día siguiente fue la primera en despertase, que sentí como se levantaba, nuestros padres llegaron casi al amanecer, y encima. Pasados de copas.

Creo que no saldrán de su habitación hasta la tarde.

Para cuando me levanté fui directo al baño, y me duche sintiéndome fresco ya que era fin de semana, y baje a la cocina para estar con ella.

Ella al verme sonrió, y aún que me portaba un poco atrevido con ella no dejaba de animarla, por qué quería ver la sonrisa que me hace olvidar todo.

—eres aún más bella cuando sonríes.(top cosas que nunca me dirán:)

Desayunamos juntos entre risa y risa. Limpiamos la casa antes de salir, la lleve al zoológico ya que a ella le gustaban los animales. Hasta que llegamos a casa por la noche.

—sera mejor que yo duerma en mi habitación—dijo ella parada frente a su puerta.

—no hay problema pero...

Me acerque a ella lo suficientemente para encontrarme directamente con esos ojos carmesí.

—duerme bien—termine de decir con un beso, este no era como esos llenos de pasión y deseo. Fue más como uno para brindarle seguridad.

—gracias—me abrazo.

—ahora ve a dormir, no pienses tanto.

—si—afirmo.

—la verdad me encanta cuando me sonríes, siento que nunca e visto una sonrisa así...

Ella rio antes de adentrarse a su habitación y yo a la mía, tal vez otro día salgamos.