2.12. Nos Volveremos a Ver

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Un año después.

En una vieja fábrica abandonada, dos pequeños niños murmuraban entre sí. El más grande parecía tener tal vez unos 8 años y el pequeño unos 6, era difícil saber su edad real por el tiempo de desnutrición, habían pasado más de dos años desde que el apocalipsis Aurora se desato y los recursos más primarios cada día eran más inalcanzables.

El más pequeño sollozaba mientras el mayor trataba de parar su llanto, pero su pierna estaba fracturada y era difícil acercarse lo suficiente para secar sus lágrimas, solo podía rogarle suavemente que se detuviera.

- Shhhh, no hagas tanto ruido... esas cosas te encontraran. Se bueno y mira a tu hermano mayor ¿si?

El pequeño niño parpadeo un par de veces, y sus lágrimas se escurrían por sus ojos, solo podía taparse la boca con sus dos manitas y tratar de reprimir el sollozo.

El más grande tomo el arma que le había dejado su madre antes de aventurarse a buscar comida. Habían pasado 8 días y ella aún no había regresado.

Mirando esa pieza de metal frio en sus manos, el niño se sintió triste, tal vez si su madre se hubiera llevado su única arma en vez de dejárselas para su protección, tal vez ella aun estuviera allí.

Sus ojos comenzaron a enrojecerse y sabía que iba a llorar pronto, no sabía si del dolor de la pierna o de la pena, pero no podía hacerlo, derrumbarse. Ahora su hermano era lo único que le quedaba y tenía que protegerlo.

Se mordió los labios y reprimió sus lágrimas, luego esbozo una sonrisa y miro a su hermano menor, se parecía tanto a su madre.

- Llévala contigo. Papá te enseño a usarla ¿No?

Levanto la fría arma y la empujo entre los brazos del pequeño, el hermano menor trato de retroceder, pero su hermano mayor lo miro con seriedad y lo obligo a tomar la pistola.

- Sal de aquí y busca a los soldados de la base. No te demores, corre tan rápido como puedas y no confíes en los adultos, no sueltes nunca tu arma. Si se te acaba el tiempo, antes de que los monstros despierten busca un refugio y escóndete.

El niño quiso negarse, era pequeño y aun no entendía muchas cosas, pero si sabía que cada vez que un miembro de su familia se iba solo nunca volvía. Había pasado lo mismo con su papá y mamá y ahora tenia mucho miedo de no poder volver a ver a su hermano mayor.

- Hermano no... - El pequeño niño volvió a llorar y su cuerpo comenzó a temblar. – No quiero dejarte, ¿vámonos juntos, si? ¡Te levantare!

El pequeño niño tiro de su brazo, pero por más que se esforzaba su fuerza era demasiado poca y solo pudo moverlo con gran dificultad un poco más de un metro, antes de resbalarse y caer el mismo al suelo. Sus ojos se enrojecieron y las lágrimas comenzaron a asomarse.

El mayor miro su pierna inútil con impotencia, pero no podía dejar que su hermanito se sintiera triste. - No importa, estoy bien - forzó una sonrisa y trato de animarlo – En la radio dijeron que el ejército solo estaría aquí dos días, si no te apresuras los perderás. No te puedo acompañar, pero te esperare aquí ¿De acuerdo?

El pequeño niño lo miro con ojos brillantes y pareció ser persuadido un poco ya que el llanto se detuvo. Pero el mayor sintió un tirón doloroso en su corazón.

Como las pirañas que había visto en el programa de naturaleza en la televisión, había visto que el olor a sangre llamaba a esas cosas en hordas. Su pierna seguía sangrando y en un par de horas cuando los monstros despertaran quien sabía si la vieja puerta de metal podría aguantar.

No podían defenderse, y lo mejor en lo que podía pensar era en mandar a su hermano lejos y rogar a los cielos porque tuviera mejor suerte que su padre y su madre.

El Oficial Demoniaco de la oficina 23 (Transmigración BL)Where stories live. Discover now