2.6. Noche

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Noah pensó que la cara aturdida del humano era muy divertida, acerco el rostro al suyo y de repente tuvo ganas de molestarlo.

Abrió y cerro su boca, mostrando sus pequeños colmillos y soltando un gruñido.

El humano retrocedió de repente, perdiendo el equilibrio y cayendo hacia atrás y Noah se sintió bastante satisfecho por su reacción, en su mente sonrió de medio lado de forma maliciosa y continuo con su trabajo de buen humor, el cansancio ya había desaparecido.

Trabajo toda la tarde, hasta que las letras en el papel comenzaron a ser difíciles de leer, miro hacia la ventana, solo notando hasta ahora que el sol en el horizonte estaba por ocultarse y la noche se acercaba.

Esto era malo, no se había preparado.

Como zombi, su olfato y oído eran bastante buenos, pero su vista era un problema, aunque su alma había podido recuperar algo de sus ojos, lo cierto es que siempre estaría limitado por el cuerpo de su huésped, algunas cosas no podría cambiarlas.

Cuando cayera la noche, tendría ceguera nocturna, no podría ver absolutamente nada, aunque estuviera justo al frente de sus ojos y la luz de la luna lo iluminara bien.

Poco a poco, el sol se fue ocultado llevándose consigo toda la luz, su visión comenzó a atenuarse hasta que las formas y colores desaparecieron y solo quedo una profunda oscuridad, ya no pudo escribir más.

Inconscientemente apretó el marcador en su mano.

- Esta por empezar – a su lado escucho a Than susurrar.

Giro hacia la dirección de la voz, y lo primero que sintió fue el aroma del té elevándose.

Realmente quería saber, como se las arreglaba el humano para conseguir té en medio del fin del mundo. ¿Tanto le gustaba?

- ¡ROOAAARRRRRR!!!!!!!!

- GRRR!!!!!!!!!!!!

- AH AH AHHHHHHH!!

Los gritos, rugidos y chillidos espantosos retumbaron en medio de la oscuridad como si fueran un par de garras afiladas raspando sobre un pizarrón, desgarrando sus oídos hasta hacerlos sangrar y haciendo que los corazones de los humanos latieran apresurados de miedo.

Cada vez que el sol se ocultaba, las creaturas entraban en un estado total de manía. Sus movimientos una vez rígidos se volvían salvajes, corriendo de un lado para otro en busca de cualquier minino olor o ruido que pudieran sentir. Sus bocas hambrientas no dejaban de segregar saliva espesa mientras chillaban espantosamente como animales heridos.

Era un acto suicida poner un pie afuera durante la noche, solo las primeras horas de la mañana eran seguras para salir, cuando los zombis regresaban a un estado de reposo después de su locura.


Than frunció el ceño y se deslizo lejos de la ventana, evitando hacer cualquier mínimo ruido que desencadenara su frenesí.

Siempre ha tenido buena vista, e incluso en medio de la noche podía caminar alrededor sin golpear ningún objeto, por lo tanto, camino suavemente sobre el suelo y se detuvo justo a los pies del extraño zombi que a pesar de la locura masiva afuera, permanecía tranquilo. Lo observo en silencio un momento antes de sentarse a su lado y estirar sus manos.


Noah apretó los dientes casi desportillándolos. Para sus sensibles oídos tal ruido era suficiente para querer arrancarse las orejas, sin embargo, se obligó a soportar el dolor y al contrario agudizar su sentido del olfato y oído para vigilar su entorno.

El Oficial Demoniaco de la oficina 23 (Transmigración BL)Where stories live. Discover now