Capítulo 15 Raúl

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Aquí la vida es horrorosa, aquí todo el mundo vive en la desgracia, un sitio en el que te enseñan a crecer a base de castigos y normas, pero, aunque en las clases hubiese muchas normas, en los pasillos solo había una: "Comer, o ser comido", y aunque yo no quisiese comer, era peor ser comido. Por mucho que te esforzases, era imposible ser feliz sin pisar a nadie.

Yo no quería hacer daño a la gente, y menos a ella, pero pensaba que era lo que tenía que hacer, y ahora no tengo nada más que hacer que sufrir y pedir perdón "Perdóname Carla".

Carla era una chica encantadora, una persona que desprendía una luz de felicidad que nadie podía eclipsar, pero yo me encargué de apagarla. Tenía algo con lo que es muy fácil arruinar vidas, algo que no pasó desapercibido para mí, Sandra comía un poco más de la cuenta, y ese poco más me sirvió a mí para arruinarle la existencia.

Todo empezó con pequeños insultos, insultos que para mí eran insignificantes, pero para ella eran un castigo injustificado, un castigo que además le dio demasiada importancia, ya que, Carla dejo de ver todas sus virtudes, y solo empezó a ver esa característica, lo que ella considero su peor defecto.

Dejo de comer, por mi culpa se le había metido en la cabeza que tenía que resolver lo que ella consideraba un problema lo antes posible, pero no todo es tan fácil. Al rato tenía un hambre voraz y, como haría cualquier persona que lleva un día sin comer, arrasaba con todo. Una situación perfecta para que yo, apareciese, y volviese a llenar su cabeza de la basura que soltaba por la boca. Y ella solo encontró una solución para eliminar el acto que acababa de hacer, se iba al baño, se agachaba en la taza y vomitaba todo lo que había comido, dejándole en una situación insostenible de deshidratación y desnutrición.

Yo sabía que lo estaba pasando mal, pero pensaba que era mejor que sufriera ella a que sufriese yo, esto es algo que no me voy a perdonar nunca en la vida, algo que me perseguirá siempre. Nunca olvidaré que cada vez que yo le insultaba, estaba apagando su luz; cada vez que le decía algo, estaba influyendo en su mente más de lo que pensaba; cada vez que le veía comiendo, estaba haciendo que vomitase más de lo que una persona puede soportar.

Cada vez que iba a vomitar significaba que al día siguiente iba a estar más apagada, y lo peor es que a mí me parecía bien que vomitase. Por mi culpa Carla pasó de ser feliz, a torturarse cada día más de lo que una persona es capaz de soportar.

Un día fui a amargarle más la vida, pero no la encontré, no estaba por ningún lado, como si hubiese desaparecido. Empecé a buscar y a buscar, y no si alomejor hubiese sido mejor que no la encontrase. Por qué la imagen que vi me va a perseguir toda la vida.

Fui al baño de chicas a buscarle, era el último sitio que quedaba, y allí estaba, encima de la taza, con una cuchilla un una mano y una muñeca chorreando sangre.

Me quedé aterrorizado viendo esa imagen, Carla no se suicidó, a Carla le maté yo día tras día. Aunque fui a buscar ayuda, ya era demasiado tarde, ya que, Carla había decidido marcharse, y se marchó por una única y sencilla razón, por mi culpa.

No podía parar de pensar que el que tendría que haber estado vomitando día tras día era yo, yo era el que tendría que haber recibido insultos día tras día, era mi luz la que tendría que estar apagada y no la suya, era yo el que tendría que estar muerto y no ella. ella no merecía eso, yo sí

Yo creía que en este sitio solo se podía ser feliz pisando a los demás, pero no hay que confundir el ser feliz con el dolor ajeno, yo quería ser feliz, y me convertí en el ser, más despreciable del mundo. Aunque Rodrigo hay arruinado muchas vidas y yo solo una, yo lo he hecho sabiendo que no era lo correcto, pero aun así lo hice.

Ahora solo puedo decir una cosa: "Perdóname Carla". Pero por mucho que lo dijese, yo sentía que ella no me iba a perdonar jamás, sentía que había hecho un daño irreversible a alguien que no se lo merecía, y por eso estuve torturándome por dentro durante días, semanas y meses. De alguna manera estaba recibiendo el castigo que tanto me merecía, aunque el dolor que yo sentía no era nada comparado con el que había causado. Yo había causado una muerte, aunque para todos fuese un suicidio, para mí era un asesinato, yo maté a Carla con mis insultos, yo era un asesino.

Aunque Carla no sería mí única víctima, volví a matar a alguien más, ya que, haber matado a Carla me había supuesto tal trauma, que solo me ocurrió una forma de que me pudiese perdonar. Fui a la cocina a buscar un cuchillo, las cocineras me preguntaron que qué es lo que estaba haciendo, pero yo solo andaba, sin escuchar ni contestar. Me fui al baño de chicas, me metí en el mismo en el que se suicidó Carla y cometí mi segundo crimen. Yo entre aquí pensando en que era comer o ser comido, y al final he acabado siendo comido por comer, me quede en ese baño sin que nadie me rescatase, de alguna manera es lo que me merecía, y solamente podía decir: "Lo siento, Carla"

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⏰ Última atualização: May 01, 2023 ⏰

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