Live is life [reescribiendo]

19

Había llegado el día del cumpleaños de Garriga.
Me costó convencer a mis padres, pero después de prometerles que no pasaría nada, cedieron.
Los chicos y yo habíamos tenido poco tiempo para prepararle un regalo a Garriga, pero creo que al final lo hicimos bastante bien.

Eran las 18:15 y estaba terminando de arreglarme. Me puse una falda vaquera y una camisa azul con flores blancas. Algo simple pero bonito.

Mamá: ¡ _________, han llegado tus amigos! - gritó desde la planta baja.

__________: ¡Voy! - respondí terminando de atarme los zapatos.

Cuando estuve lista me puse un poco de colonia y cogí la bolsa con el regalo de nuestro amigo.

__________: Hola chicos.

Maza: Hombre, por fin baja la chica.

__________: No te quejes karateka.

Me despedí de mi madre y nos fuimos a buscar a Suso y Garriga que eran los que faltaban.

Álvaro: ¿Como vamos a llegar hasta Ourense?

Allí era donde vivía Garriga.

Rodri: Pues no sé, supongo que iremos en bus.

Maza: ¿Y a qué hora pasa?

__________: Creo que a y media - respondí mirando el reloj.

Álvaro: Buah, aún hay tiempo.

Rodri: Conociéndonos seguro que llegamos justos de tiempo. - sentenció.

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Garri: ¡Parad que me ahogo! - gritó desesperado.

Nos habíamos lanzado sobre el para felicitarlo, pero al parecer no medimos bien la fuerza y acabamos en el suelo encima del chico.

Al final dejamos de aplastarlo y nos pusimos rumbo a la parada de bus.

Suso: Bueno, que ¿como te sientes con 15 años?

Garri: Más joven que tú seguro.

Suso: Oye, no te pases, que solo soy un año más mayor.

Álvaro: Oye, ¿a que hora decías que llegaba el bus?

__________: A y media - respondí - ¿por?

Álvaro: Es que son y 25 - dijo mirando su reloj.

Maza: ¡Mierda!

Comenzamos a correr hasta la parada de autobús. Aún estábamos un poco lejos, esperaba que nos diese tiempo a llegar.

Aunque mis esperanzas se esfumaron cuando vi al autobús marcharse.

__________: ¡Joder!

Rodri: ¡Si es que lo sabía, siempre nos pasa lo mismo!

Suso: ¡Pero no os paréis tíos! - gritó cogiendome de la mano y comenzando a correr - ¡Aún podemos pillarlo!

Corríamos como locos detrás del autobús suplicando que se parase. Al final el autobusero se percató de nuestra presencia y paró el vehículo.

Autobusero: A ver si a la próxima llegamos a la hora que toca - nos dijo mientras nos cobraba el billete.

Garri: Lo sentimos señor.

Maza: Muchas gracias por parar.

Le agradecimos al señor y nos fuimos a sentar al fondo del bus.