28.Seis meses

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Abigail Anderson

¿Pasaron seis meses o, seis días?

Seis meses si.

Medio año desde que Gabriel llego a mi departamento.

¿Por donde empiezo?

¿Que ha pasado?

Me giro en la cama y lo veo plácidamente dormido.

Su pecho desnudo sube y baja en respiraciónes.

su cabello castaño claro cae levemente por su frente.

Su brazo esta encima de mi cintura aferrandose cada vez mas a mi.

El aire que entra por la ventana mueve todo mi cabello.

Estamos en Verona, Italia. La cuidad natal de Gabriel.

Vinimos por las vacaciones, mi cumpleaños es mañana.

Gabriel y yo somos pareja, lo volvimos a intentar y esta funcionando.

La temporada acabo y con eso mi contrato con el equipo en Madrid.

¿Las cosas se complican? No, no lo creo.

Conseguí un puesto en uno de los mejores hospitales de Madrid y la fundación Anderson ya es algo real.

Empece la fundación en hospitales en cuidad de México, pero ya crecio hasta otros estados.

Con suerte a finales de año sale del pais.

Gabriel y yo vivimos juntos en Madrid y aunque ha sido súper complicado nuestra relación es... ¿Secreta?

Obviamente hemos despertado muchos rumores por descuidos en fiestas, partidos, etc.

Pero no hay pruebas consistentes.

Optamos por dejarla secreta por lo que paso la vez pasada.

Maisie y Mark se comprometieron hace un par de meses.

Empezaron a planear la boda y nunca pensé lo complicado que es casarte.

Gabe y yo adoptamos una perrita y como nos vinimos de vacaciones la dejamos con Maisie y Mark.

No confío mucho en ellos pero, lo deje pasar.

El brazo de Gabriel en mi cintura se aferra con mas fuerza y lo miro.

—Buenos días, mi amor. —Dice con la voz ronca.

Cierro levemente los ojos y me estiro.

—No hagas eso.

—¿Qué?

—Seducirme a tempranas horas.

Suelta una carcajada.

—¿Hace mucho te levantaste?

Niego.

—No porque me hubiera vuelto a dormir.

Sus mejillas se tiñen de rojo cuando vuelve a reir.

—Tenemos que levantarnos, te llevaré a la pizzería de un amigo y recorreremos el centro.

Se levanta de un brinco de la cama y yo tengo que tomarme mi tiempo para no marearme.

Lo que es salir con un deportista.

Un rato despues ya estamos bañados y listos desayunando en el restaurante del hotel.

Doy un trago al cafe y miro a Gabriel que esta al frente mio.

Esta viendo fijamente su teléfono con el ceño fruncido.

La pantalla de mi teléfono se enciende con el aviso de una llamada entrante.

Volveré...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora