Soy de tu propiedad, mi alfa...

¿Me sigues amando?

-Despues de unos cinco días, finalmente era el día de la junta de los líderes, probablemente ese era el motivo por el que Edgard estaba tan agresivo, tan estresado, sigue pensando si llevarse o no a Andrew con él.-

-Últimamente la actitud de Mako había cambiado, no en un mal sentido, probablemente decidió cambiar con Andrew, al ver los tratos de Edgard hacia Andrew, lo habían hecho dejar sus celos de lado, tenía miedo que Andrew sufriera por la personalidad bipolar de Edgard, era igual a su padre, James Di Pallermo.-

-En aquellos últimos días que habían pasado, Edgard se había cogido a su omega a su antojo, tantas veces, que a veces Edgard no lo hacía porque se le antojaba, solo era con la intención de lastimarlo, a pesar de que Andrew no quería, simplemente se dejaba, ya que no quería que lo dejara de amar, simplemente le obedecía.-

-Su cuerpo no estaba de el todo recuperado de su parto, era una recuperación lenta, la doctora, Amber, les había dicho varias veces que no lo hicieran por un buen tiempo, ya que para Andrew podría llegar a ser demasiado doloroso.-

-Su cuerpo estaba lastimado, le dolía demasiado entre sus piernas, su pequeño agujero estaba hinchado y enrojecido, cuando más sentía que aquel dolor era insoportable, y se quejaba tan siquiera un poco, Edgard le exigía, o más bien, lo obligaba a hacerlo más seguido, en la cama se comportaba de manera agresiva.-

-El pobre Andrew simplemente se sentía miserable, solo, se recalcaba en la mente las palabras de Edgard, sobre que era un inútil, un insignificante prostituto, le dolían tanto aquellos despreciables tratos, le dolía más, o mas bien, lo lastimaba, que todo eso viniese de la persona que él tanto ama, los golpes y la actitud indiferente.-

-Al menos se había hecho "amigo" de Mako, ya que aquel lo había comenzado a apoyar y defender de Edgard, simplemente le daba lastima, le recordaba a él, no quería que alguien más sufriera de esa manera.-

-Mako estaba limpiando y curando las heridas de las partes íntimas de Andrew, ya que Edgard lo dejaba muy débil y ni se molestaba en limpiarlo, era graciosos, ya que luego se quejaba que no se había bañado o de el mal olor, a pesar que era su culpa, ambos estaban en la habitación principal, de golpe entra Edgard, azotando la puerta, se notaba demasiado que estaba muy, pero muy molesto.-

Mako: No se te ocurra golpearlo, lo tienes todo lastimado.

Edgard: Como si fuera un abusivo.

Mako: Lo eres, ¿no te das cuenta?

Edgard: No lo soy.

Mako: Te comportas con él, igual a como es tu padre conmigo, eres igual a él.

Edgard: No me compares con ese maldito, además, ¿que no eras el primero que odiaba a Andrew?

Mako: Osea que lo odias... ¿No se supone que habías dicho que él era el amor de tu vida?

Edgard: Y-yo...

Mako: Déjalo descansar...

Edgard: No venía a eso. (Se mostraba un poco más calmado) El vendrá conmigo a la junta de hoy en la noche.

Mako: Bien, vete por favor.

-Edgard se retira de aquella habitación, pensando un poco en como se estaba comportando con su omega, pensando en lo que realmente sentía hacia él.-