Capitulo 4

616 55 49
                                    

"Soy una estrella"

Auch... — se quejaba Jetta mientras Lyra le ponía una bolsa de hielo sobre el ojo. — Esa perra pega duro.

— Aún no puedo creer que te peleaste por unas tontas botas. — le recriminó Lyra.

Había llegado justo cuando el caos se armó en la tienda. Chicas lanzándose zapatos, mordiéndose, pelando, tirando de las prendas para ver quién se quedaba qué. Parecían verdaderas bestias peleando por su presa. Jetta no era la excepción a esta regla. Camila y y ella tuvieron que hacerse pasó entre el caos para poder rescatarla de los brazos de una chica mucho más gorda que ella y que le dió un golpe en la cara que le dejó su ojo morado. Pero al final Jetta ganó, se quedó con las benditas botas. 

— No son tontas botas, cariño. Son Botas Gucci. Son de diseñador Alessandro Michele. De cuero de Zorro patagónico y bordado a mano. Lúcido en las pasarelas de Milán y galardonada a las mejores botas del año, amor. No son solo botas, son arte.

— Para mí solo son unas feas botas de animal muerto.

— ¡Auch!

— ¡Ya no te muevas! Tengo que bajar la inflamación.

Estaban en un café después de que Camila consiguiera su autógrafo de su autor favorito. Estaban esperando a Camila que trajera más hielo.

— A todo esto. — dijo Jetta. — ¿Qué es eso de una cita con Joseph? ¿Finalmente aceptaste sus sentimientos? 

— ¿Qué? — alzó una ceja. — No... No creo. Solo sentí que le debía una salida por hacerle pasar un mal momento... Con ese... Ese... Horrendo intento de ser humano. — dijo ahorrándose los mil insultos que tenía guardado.

— ¿Sabes? Es primera vez que te veo así. El profesor Lincoln no lleva ni una semana y ya te tiene en ese estado. Realmente ese albino saca lo peor de ti.

— Ni que lo digas — dijo Lyra mientras aún le sostenía el hielo. —. Nunca me imaginé odiando a alguien, pero él es una excepción a la regla.

— Bueno, ya sabes lo que dicen, amor. "Del odio al amor hay un paso"

— ¿Por qué no dejas de hablar tonterías y sostienes el hielo? Me quiero tomar mi café.

Pasaron unos minutos en silencio hasta que llegó Camila. Tenía sus libros en su mano y trajo más hielo para Jetta. También venía con una noticia.

— Oigan, va a ver un show en unos 15 minutos en el patio de comidas. Están poniendo el escenario justo ahora.

— ¿Un show? — Preguntó Jetta. — ¿De qué?

— No lo sé, seguramente a cantar. ¿Vamos a verlo? Total son solo las 12. — dijo Camila por querer pasar más tiempo en centro.

— No es mala idea — mencionó Lyra. —. Todo es mejor que quedarse viendo las horribles botas de Jetta.

— ¡Que no son horribles!

____________________

Caminaron un poco y bajaron hasta el primer piso del centro comercial. Alguna gente que pasaba por ahí se quedó a ver el espectáculo. Otros simplemente echaban un ojo y luego volvían a sus compras. No era mucha gente la que se ganó ahí, pero era algo interesante de ver.

MojigataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora