Capítulo 7.

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"Te vas arrepentir"

Las luces de las calles se iban prendiendo. Los letreros fluorescentes y las ventanas de los bares empezaban a dar la bienvenida a la gente nocturna. El sol ya se había escondido tras los enormes edificios de concreto. La hora marcada para ya irse. Era invierno, el frío se hacía presente y la noche venía más pronto que el día. La gente no parecía notar lo tarde que era ya que aún estaban en los bares, restaurantes y cafés charlando y riendo. Lincoln se preguntaba cuando se demoraría en llegar su puto café.

Hola, lo siento por la espera. — dijo la chica de la barra. — Aquí tiene su mocachino con leche y su Beigel. Serán $3.50. ¿Desea agregar propina?

— ¿Es obligatorio? — dijo en tono aburrido.

— Eh... No. Pero la gente siempre..

— Entonces no, gracias. Yo no cago dinero. — dijo pagando lo correspondiente e irse de la tienda.

Podría sonar algo cruel, pero en la mente de Lincoln él no tenía porqué hacerle el sueldo a la muchacha. No era su culpa que su jefe fuera una rata miserable que la obliga a trabajar solo por unas cuantas monedas.

Iba caminado con el café en mano. Se tapaba el cuello con una bufanda para no helarse demasiado. Estaba esperando que el semáforo marcara verde para poder cruzar la calle cuando sintió qué alguien se paró a su lado. Lincoln lo miró de reojo. Era un hombre un poco más pequeño que él, musculoso y de un perfil recto y definido. Usaba una casaca gruesa y un gorro de lana para cubrirse. Lincoln usaba un abrigo de piel y uno guantes para cubrir sus manos.

— ¿Qué no tu casa quedaba hacia el norte, Santurron? — Dijo Lincoln de manera pesada. Neithan solo suspiró.

— Sí, así es. Pero no voy a mi casa. Iré a...

— No me interesa...

Neithan frunció el ceño. Se quedaron callados hasta que el semáforo cambió. Ambos fueron en la misma dirección. Neithan no soportaba lo helado de sus dedos y empezó a calentarlos con su aliento.

Fiuu... Sí que hace frío.

— Es invierno. Creo que es obvio, Idiota. — El peliblanco ni se molestó en mirarlo.

— Sí... Solo quería iniciar una conversación.

— Pues que manera más idiota de hacerlo.

Siguieron caminando un poco más. Lincoln lo único que queria era pasar por algún pasillo o callejón para moler a golpes a Neithan y dejarlo en algún basurero. La razón; no para de buscar conversación.

— Entonces cuando me gradué en Helbor, recibí mi título de maestría en matemáticas. Quise alejarme un poco del campo y me ofrecieron el puesto en la escuela católica hace 4 años. Es algo impresionante como la vida da vueltas ¿no?

Lincoln se volteó a mirarlo con desinterés.

— ¿Eh? Perdón ¿Me estabas hablando a mí?

Aaah... — Suspiró. — Lincoln, sé que no te caigo bien.

— ¿En serio?... — dijo con sarcasmo.

MojigataWhere stories live. Discover now