DIFFERENT; Aizawa Shota.

──── 008.

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Hana se encontraba en el aula de arte, expresando sus sentimientos en aquellas pinturas que la hacían sentir libre. Había muchas cosas que ella quería expresar, pero lo principal se trataba de sus sentimientos hacia aquel muchacho con actitud deprimente.

—Ah... —suspiró cuando ha terminado la pintura.

Dejó el pincel junto con la pintura en una mesa, luego se levantó, se acercó a la ventana más cercana y la abrió para que el olor a pintura se fuera. La suave brisa del viento que recorría el cielo le golpeó el rostro y movió ligeramente su cabello, lo cual la hizo sentir un poco más relajada. Hana cerró brevemente sus ojos y sus pensamientos comenzaron a llenarse de la presencia de Shota.

La primera vez que lo vio fue en su primer año como estudiantes en la U.A.; ambos fueron asignados a la misma clase, pero nunca llegaron a compartir más que algunas palabras. Aizawa era un chico callado que detestaba todo lo que fuera ruidoso y problemático, por lo que evitaba completamente relacionarse con Hana, ya que ella era todo eso que a él no le agradaba.

Al principio, Hana pensó que Shota la odiaba y por eso no se involucró con él a menos que la situación lo ameritara. No fue hasta el inicio de su segundo año que todo comenzó a cambiar, cuando Aizawa la salvó de caer de las escaleras y que obtuviera un grave accidente. Aquella vez la chica tenía demasiado sueño debido a que la noche anterior no pudo descansar al quedarse con su hermano menor que sufría de constantes pesadillas.

—«¿Estás bien?» —preguntó aquella vez el chico mientras sostenía firmemente su cuerpo para que no cayera—. «Deberías de ir a la enfermería si te sientes tan cansada. Así evitarás que algo así suceda».

—«¿Cómo supiste que estaba cansada?».

—«Desde que llegaste a clases esta mañana lo noté».

—«Vaya. Eso me sorprende».

—«¿Por qué?».

—«Creí que me odiabas».

—«No te odio».

—«¿Y por qué me evitas siempre?».

—«Solamente no me gusta la gente ruidosa» —dijo con voz neutra al momento en que la dejaba en un lugar a salvo—. «Nos vemos, Arashi – san».

Desde aquel momento Hana comenzó a seguir a Shota y los sentimientos hacia él comenzaron a florecer poco a poco con cada momento que pasaba a su lado.

Hana, Hizashi y Oboro se encontraban en la azotea discutiendo quien sería el siguiente compañero de Aizawa cuando se volviera a realizar un entrenamiento en parejas. Por otro lado, Shota se encontraba apoyado en una pared mientras evitaba por completo involucrarse en esa discusión.

—¡He ganado! —exclamó Hana, quien dio un pequeño salto triunfante al ganarle a sus dos amigos en el pequeño juego de «disparejo».

—No es justo. Ya fuiste compañera de Shota —se quejó Oboro.

—El destino nos quiere juntos —dijo con arrogancia al momento en que se acercaba al alejado de Shota—. Seremos compañeros, ¿no es genial?

—¿Ah? Sí... —respondió sin prestarle demasiada atención.

—Como sea. La próxima vez los derrotaremos, ¿verdad, Hizashi?

—¡Of course! —exclamó Hizashi con emoción.

—Cambiando de tema —dijo Oboro al momento en que se sentaba al lado de Hana—. ¿Qué creen que hará nuestra clase para el festival cultural?

—Oí que querían hacer una casa del terror —dijo Hana.

—¡Oh, yeah! Eso suena tan espectacular —dijo Hizashi con emoción—. Aunque, también oí que querían hacer un maid café.

—Esa idea no suena mal —dijo Oboro con una gran sonrisa—. Hana se verá espectacular con el traje.

—Ella se ve espectacular con todo —dijo Hizashi, quien rápidamente miró a Aizawa—. ¿A qué si, my friend?

—Mi opinión no es importante.

—Tu opinión importa —dijo Oboro—. Incluso diría más que la de nosotros.

—¿Uh? ¿Por qué?

—Ay. Realmente eres lento en estos temas —suspiró—. Lo lamento por ti, Hana.

—No te preocupes. Aunque se lo dijera directamente, él no lo entendería.

Los tres soltaron una pequeña risa y continuaron hablando sobre el festival. Por el contrario, Aizawa se quedó pensando sobre lo que habían mencionado. «¿Por qué a Hana le importaría más su opinión que la de ellos?» —pensó—Pero nada de lo que se imaginaba llegaba a convencerlo.

Aizawa podía ser una persona muy inteligente en diferentes cosas, pero cuando se trataba de las mujeres no entendía nada y prefería simplemente evitarlas.

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