DIFFERENT; Aizawa Shota.

──── 003.

˚ ༘✶ ⋆｡˚ ⁀➷

La hora de almuerzo había comenzado, por lo que los cuatro amigos ya se encontraban en la azotea, comiendo, charlando o jugando con el pequeño gatito.

—Prueba esto, Shota —dijo Hana, quien le extendía un pedazo de rollo de huevo—. Lo preparé yo. Dime como sabe.

Aizawa se quedó mirando el rollo de huevo por unos segundos para luego mirar a su compañera, quien tenía una expresión que decía claramente «pruébalo o lloraré». Así que, para no causar un alboroto, terminó por comer lo que le ofrecían.

—Sabe bien —dijo, y Hana soltó un chillido de la emoción.

—Déjame probar a mí también —dijo Oboro.

—Me niego —dijo al momento en que alejaba su comida de las manos de Oboro—. Mi comida solo será probada por Shota.

—Envidio vuestra relación.

—Nosotros no tenemos...

—¡Oh, yeah! ¡Hana y Shota son la mejor pareja! —exclamó Hizashi, interrumpiendo de esa forma las palabras de Aizawa.

Aizawa suspiró e iba a continuar comiendo su almuerzo, pero en aquel momento una voz femenina captó su atención. Los cuatro jóvenes miraron hacia arriba y sus miradas se encontraron con la de una mujer que vestía de una manera provocativa.

—La azotea está restringida para los estudiantes, ¿pero aun así se colaron? —preguntó aquella mujer sin dejar de mirarlos—. Esa clase de infracción es... ¡De lo que trata la juventud! ¡Me encanta!

A Shota casi le da un infarto. Tenía suficiente con las tres personas ruidosas que lo seguían, así que una cuarta persona con la misma actitud lo hacía querer salir de allí y esconderse en un agujero para que así nadie lo pudiera encontrar.

—Eres Kayama Nerumi, ¿no? —preguntó Hizashi—. La de tercer año.

—Así es. Esa soy yo —dijo Nerumi con una gran sonrisa mientras bajaba del techo y se acercaba a ellos—. ¿Están disfrutando de romper las reglas?

—También estás rompiendo las reglas si estás aquí —dijo Shota, quien la miró fijamente—. ¿Qué hay con tu ropa?

—Este es mi traje —respondió alegremente mientras daba una vuelta para que así ellos apreciaran su ropa—. ¿Les gusta?

—Es lindo —respondió Hana.

—¿No llevas nada bajo esa chaqueta? ¿O es algún tipo de alta tecnología que es invisible para los idiotas? —preguntó Aizawa.

—¡Oh, auto – insulto! —exclamó Hizashi.

—¡Somos idiotas! —gritó Oboro.

—Ustedes no lo entienden —dijo Nerumi al momento en que realizaba una pose coqueta—. Es atrevido, pero práctico. ¡Necesitaba respaldar mi particularidad y mis movimientos! Este fabuloso diseño cumple ambos propósitos... ¡Belleza funcional!

—¿No te avergüenza las miradas o las palabras de las personas? —preguntó Hana.

—Deja que las personas digan lo que quieran. El destino de un pionero es ser despreciado y cuestionado —respondió Nerumi—. ¡Pero solo mírenme! ¡En un año voy a hacer que todo Japón piense diferente!

Todos, a excepción de Aizawa, aplaudieron y comenzaron a disfrutar de la compañía de Nerumi.

—¿Sucede algo, Shota? —preguntó Hana, quien dejó de conversar con la otra chica y se concentró en su amigo—. ¿Hacemos mucho ruido?

—Lo hacen —dijo mientras por un breve momento mira a los tres que todavía charlaban o más bien gritaban de la emoción con cada palabra—, pero estoy acostumbrado.

—Si lo deseas podemos ir a otro lugar —dijo y provocó que la mirada de Aizawa se fijara en ella—. Así despejas tu mente y de paso hacemos que el gatito esté en tranquilidad.

El gatito que se encontraba en sus piernas no había podido conciliar el sueño debido a que los demás hacían mucho ruido, así que luego de pensarlo por unos cortos minutos, aceptó. Además, a él tampoco le vendría mal un poco de tranquilidad.

—Está bien. ¿Pero dónde podríamos ir?

—Eso déjamelo a mí —dijo con una sonrisa al momento en que miraba a sus amigos—. Conozco un lugar que ni ellos conocen.

Aizawa se mantuvo en silencio y miró brevemente a sus amigos, los cuales ni se percataron de que él y Hana comenzaban a abandonar la azotea.

Ambas personas bajaron las escaleras, luego comenzaron a caminar por los pasillos y se detuvieron en un salón de clases que decía: «salón de arte». Aizawa se quedó mirando los cuadros de pintura que estaban esparcidos por el lugar, pero luego se fijó en Hana, quien le hacía una señal de que se acercara y que pasara por debajo de los escritorios que estaban acumulados en la parte de atrás.

—Pensaban quitar todos estos escritorios, pero se han olvidado de ello —dijo Hana, quien también se metía por debajo del escritorio que la guío hasta un pequeño sector vacío—. Este es un buen lugar para descansar, ¿no?

—Lo es —respondió Shota mientras se acomodaba en una esquina—. ¿Cómo encontraste este lugar?

—Hay veces que vengo aquí y dejo salir todo lo que siento en las pinturas —respondió tranquilamente—. Una vez un pincel rodó hasta aquí, así que cuando fui a buscarlo me encontré con este sitio y desde entonces lo uso para relajarme.

—Dijiste que ellos no conocen este lugar —dijo—. ¿Por qué me lo muestras a mí?

—Si te lo digo no me vas a creer —dijo tranquilamente mientras apoyaba su espalda en la pared—. Mira. El gatito está durmiendo.

Shota miró al gatito, pero luego volvió a mirar a Hana y comenzó a pensar en las razones por la cual ella le había mencionado su escondite.

∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙