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La música sonaba demasiado fuerte mientras esperaba en la barra que llegara mi turno para pedir algo de beber, Jacob había insistido en que pidiese un Sex on the beach, Vodka... no era una muy buena opción después de lo sucedido tres años antes con mis amigas del instituto. Lavado estomacal.

Maldito Absolute Vodka mezclado con Monster.

¿Piña colada era una buena opción? Sí, eso parecía mejor que cualquier cosa, sobre todo después de dos Sex On The Beach que Jacob me había obligado a beber. Eran deliciosos, sin duda, pero yo no podía beber mucho. No gracias a mi gran problema en un riñón.

Siempre se supo que la familia por parte de mi progenitor masculino tenían una mala herencia en los riñones. Alejandro, sus dos hermanas y su hermano habían tenido problemas con piedras en ellos; la madre de ellos, mi abuela, dos o tres años antes había sentido un pequeño dolor en la espalda y fue a revisión médica para que le dieran un poco de medicamento muscular... el resultado de esa revisión llevo a mi abuela a una operación de emergencia donde le extirparon uno de sus riñones que tenía treinta años completamente inservible y convertido en una pequeña pasa.

Yo era la única de las nietas, no tenía ningún primo masculino en ese lado de mi familia, que había tenido la maldición de los cabello. Tenía dieciséis años cuando tuve que ir a emergencias por un fuerte dolor en la parte derecha de la espalda.

Felicidades Camila Cabello, piedras, piedras y más piedras.

Y por lo tanto, cualquier bebida con alcohol se me subía de inmediato gracias a mi riñón derecho mal funcional.

Piña colada sin alcohol parecía ser mi única opción.

El fusión no era un lugar desagradable, al contrario, era demasiado grande y tenía tres pistas grandes para cada tipo de ambientes. La primera consistía en un billar con música de Karaoke, la segunda era música electrónica y la tercera... era sólo para hombres homosexuales. Sólo hombres.

Ana Isabel era una gran estudiante de medicina en exámenes semestrales, me había rechazado la invitación con la promesa de después ir a algún bar por muchos tarros de cerveza y algunas deliciosas alitas. Angie tenía cosas que hacer ese día y nos había cancelado a un día antes.

Sabía que un lugar gay no era realmente una buena opción para Ally, así que ella simplemente evito ese tema con toda su alma. Y Andrea, simplemente no había conseguido el permiso de sus padres de ir a un antro.

Lauren había dicho que iría y llevaría a su mejor amigo al lugar. Aunque en realidad, no le había creído que asistiría.

Eso nos dejaba a Jacob y a mí en un lugar con música a todo volumen y tragos gratis hasta las dos de la mañana. Seis horas de tragos gratis.

También estaba Julián, el mejor amigo gay de Jacob.

Julián era una perra.

Yo lo había conocido ocho meses antes, cuando grabábamos un cortometraje llamado "Tabaco"

Julián había acompañado a Jacob un día de grabación y había odiado por completo a Liz, la había llamado "Maldita perra mal educada" porque admitámoslo, Liz era la persona más grosera que yo había conocido en toda mi vida. En cambio yo me había ganado el aprecio de Julián múltiples veces al mencionar bandas que a él le gustan, como Muse. O al reírme de todo lo que tenía que decir sobre Liz. O al reírme de todas las maldades que Julián planeaba hacer a la gente que no le agradaba, yo misma había aportado algunas buenas ideas.

"¿Qué pediste?" preguntó Julián mientras yo tomaba mi lugar frente a la mesa.

"Piña colada"

The Edge (CAMREN)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt