ONESHOTS - OUTER BANKS

EL COMIENZO DE TODO - JJ MAYBANK

Desde siempre, han estado los Kooks y los Pogues...

    Algunos lo tienen todo... Y otros no tienen nada.

    Así ha sido siempre. Y así lo quieren mantener.

    Algunos sacan lo mejor de sí. Y otros lo combaten.

    El oro del Merchant era para eso. Para nuestro padre y para nosotros. El oro era nuestra salida.

    Cómo equilibrar la balanza.

    El triunfo de los Pogues.

    Y llega el momento en el que preguntarte..., ¿era el tesoro un escape?

    ¿O era una trampa?

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Llevamos un mes perdidos en una isla desierta. Aunque eso no nos preocupa, al menos, no a mí. Creo que es la primera vez, después de tanto tiempo, que puedo decir que estamos a salvo.

Yo me siento a salvo aquí.

JJ está en la orilla de la playa, lleva un trozo enorme de tela con el que dice que va a dejar claro que este es nuestro sitio. No sé qué es lo que tiene pensado plasmar en ese trozo de tela, pero lleva varios días empecinado en que va a ser la ostia y que nos va a encantar. Yo lo creo porque, si hay una cosa que he aprendido de JJ desde que es el mejor amigo de mi hermano, es que siempre suele tener la razón en eso de que las cosas estúpidas tienen resultados buenos todo el tiempo.

Como si supiera que estoy hablando de él, JJ levanta la cabeza y centra su mirada en mí. Tiene el pelo mucho más rubio y más largo, su ojos parecen haberse vuelto mucho más claros desde que nos instalamos en esta isla y eso hace que cada día me levante un poco más enamorada de él. No sé en qué punto exacto estamos de nuestra relación. La última vez que estuvimos a solas fue en el barco de los Cameron intentando salvar a Sarah. Uno de los guardias que Ward tenía repartidos por el barco le pegó un golpe que lo dejó inconsciente y cayó al agua. Fue un momento bastante intenso porque, durante unos minutos, JJ no respondía a nuestros llamados. Pero al final acabó reaccionando y yo también.

Cuando sus ojos azules se centraron en mí, tan bañados de miedo, tan bañados de alivio por ver que estaba junto a él, algo tiró de mí e hizo que me lanzara a sus labios. Tardó un poco en responderme, aún estaba algo atontado por el golpe, pero me respondió en cuanto se dio cuenta de lo que estaba pasando. Fue un beso breve, pero intenso. O al menos para mí lo fue.

Llevo enamorada de JJ desde que se empezó a juntar con mi hermano y él empezó a verme como una amiga y no como la hermana pequeña de su mejor amigo. Conectamos a la primera, parecía que lo conocía de toda la vida y, esos sentimientos de tranquilidad y complicidad que sentía hacia él, empezaron a incrementarse y empezaron a convertirse en otra cosa. En otra cosa llamada amor y que era la primera vez que sentía hacia un chico.

Creo que él también se siente de la misma manera que yo. O al menos eso espero porque, si me ha correspondido el beso por pena, creo que me moriría de la vergüenza aquí mismo. Pero Kiara dice que no es así, que ella ha notado por su parte algo más que una amistad hacia mi. Y yo quiero creerla, pero una parte de mi sabe que es bastante complicado porque soy su amiga y, quizás, nunca me vea como algo más que eso. Pero, que me haya besado, significa algo, ¿no?

—¡Eso es, J! —grita Kie. Mientras yo divagaba sobre mis sentimientos hacia JJ, este ha terminado de pintar en el trozo de tela y ahora se está​ bajando de una de las palmeras con una sonrisa en la cara.

Me levanto del tronco en el que estoy sentada y me acerco a mi amiga. Desde allí, las dos vemos perfectamente como la bandera que ha pintado JJ, ondea en el aire sin ningún tipo de impedimento, mostrando el dibujo. En ella, hay una gallina tumbada boca arriba con la pierna cruzada sobre la otra y fumándose un piti. Encima, la palabra «poguelandia».