LA HUIDA - JOHN B ROUTLEDGE

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El sonido del motor de los barcos patrullando la zona se convierte en un eco lejano en mi cabeza. Como cuando gritas a una montaña y el sonido de tu voz se va haciendo más lejano. Estaba abrumada. Mi hermano estaba desaparecido por la isla. Y nosotros seguíamos aquí escondidos por si acaso también nos buscaban. Estaba sentada en el borde del porche, con la barbilla apoyada en mi rodilla y con una de mis manos agarradas al collar que JJ me había regalado por mi duodécimo cumpleaños. Un collar con la bola del mundo. Ya un poco desgastado pero seguía siendo igual de bonito que la primera vez que lo vi. Había sido un día larguísimo, no pude dormir en toda la noche y, si lo conseguía, era a trompicones. Me levantaba asustada por un sonido de sirenas de policía inexistentes que mi cabeza creaba solo por hacerme una jugarreta o por el sonido de un disparo. Por lo que a eso de las cuatro de la madrugada salí fuera, desde entonces no me he movido de aquí.

A veces era incapaz de comprender cómo la mente nos hace estás cosas. Como un pensamiento malo, a veces muy pequeño, que intentas apartar se convierte en una avalancha de nieve tapando todo aquello en lo que la esperanza vive. Estaba asustada. Mi hermano John B estaba siendo perseguido por algo que no había hecho. Por algo en lo que los malditos Cameron lo habían metido. Fogonazos de aquel día llegaron a mi cabeza.

En el muelle de casa, Kiara y John B discutían por si debería volver a ponerse de nuevo la escayola en el brazo o no. JJ y yo sentados en el borde de la baranda de madera, lo tenía apoyado en mi pecho con los ojos cerrados, mientras le hacía cosquillas en el pelo. De vez en cuando, él me agarraba la otra mano y jugueteaba con mis dedos. Pope apareció corriendo, asfixiado. Le preguntamos por la entrevista pero no indagó demasiado en el tema.

— John B — dijo cuando recuperó el aire — lo siento, pero no tengo mucho tiempo y tengo información relevante desde el punto de vista táctico. Mi padre me ha dicho dijo mirándonos a todos — que iba al aeropuerto privado para el super avión de los Cameron porque necesita más pista para despegar o algo así escuché. Así que yo, en la entrevista me puse a pensar ¿Por qué necesitaba una pista más larga para despegar? ¿Qué puede llevar que pese tanto?

— Oro — respondió JJ levantándose de encima mía. Pope empezó a hacer gestos raros.

— Exacto — Lo señaló. Mi hermano se puso derecho — chicos, es nuestra oportunidad. Sale hoy y tenemos que ir.

Cogimos la furgoneta y nos pusimos rumbo al aeropuerto. JJ en el suelo, mientras me encargaba de pasarle balas para la pistola, enumeraba cada una de las partes del plan. La adrenalina recorría nuestras venas sin parar ni un segundo. Íbamos a por lo que nos pertenecía. Aparcamos detrás de las rejas. John B con los prismáticos miraba todo lo que estaba pasando. Tras unos minutos habló.

— Espera. La está forzando.

— ¿Qué? — habló Kiara.

— ¿A quién? — preguntamos JJ y yo al unísono.

— Se están peleando — dijo John B soltando los prismáticos y dándoselos a Kiara.

— Es Sarah.

El sonido de las hélices del avión resonó en el lugar. Me giré para buscar a mi hermano pero él ya había arrancado la furgoneta y atravesó la verja.

— ¡John B! — grité. Iba a echar a correr pero la mano de JJ me paró.

— No vas a ir a ningún lado, Mara — dijo tajante.

— JJ, es mi hermano tengo que ir.

— No puedes hacer nada.

No lo escuché. Pase por el hueco en el que mi hermano había echado abajo y salí corriendo. Escuché a JJ, maldecir y llamarme pero no me giré. Corrí, corrí y corrí. No sabíamos de lo que era capaz Ward. La furgoneta de mi hermano se puso a la misma altura que el avión. Las piernas me dolían, el aire que respiraba me quemaba los pulmones, no podía más pero tenía que seguir. A lo lejos la furgoneta de mi hermano se colocó en mitad de la pista. Lo iban a matar.

ONESHOTS - OUTER BANKSWhere stories live. Discover now