Los ninfos (CanArg)

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Canadá no pudo evitar reir por la comparación.

- Bueno, pero nadie nota eso, ya que... ya sabes, normalmente la gente no puede hablar con las plantas -  Le señaló con un tono cuasi burlón, jugando un poco con el contrario

- No seai' weon, eso ya lo sé - El otro lo empujó mientras lo miraba con ojos filosos... aunque había un brillo de diversión en estos. Suspiró con las orejas bajas y caminó hasta la ventana de la cocina para recostarse contra ella, observando su hogar desde lejos - Todo un bosque a metros de distancia y ustedes con flores de... plastico, o como chucha se llame esa wea - Gruñó con pena en la voz

- Ya veo... - El canadiense se apoyó a su lado sobre la mesada de la cocina

Observó atento al país sureño, como apoyaba su cabeza sobre su propia mano mientras miraba con un brillo nostálgico en sus ojos azules al exterior, parecía suspirar apenado en cada respiración... pero incluso así, ahogado en el dolor, no podía negar la magestuosidad que cargaba, era diferente a Argentina o México, quizá por su naturaleza silenciosa o el aire de sabiduría que lo cubría constantemente, quizá incluso era su propia mirada afectada por las leyendas de su madre, pero Chile siempre se veía casi como una deidad frente a él.

- ¿Ya extrañas casa? - Le cuestionó, sonriéndole con empatía

- Iría a donde sea para recuperar a mis hermanos... - Suspiró el chileno - Pero somos parte del bosque... estár fuera de él por mucho tiempo nos hace sentir inseguros - Le confesó

Canadá parpadeó varias veces, nunca había pensado mucho en ello... los ninfos no eran tan solo habitantes del bosque, sino parte de este también.
Su mente le recordó a Argentina y el sufrimiento que debía estar pasando... mucho peor, Perú con sus años lejos.
Debía encontrarlos, ya sea lo último que haga.

- Podemos ir al bosque luego si quieres... podemos seguir allí nuestra investigación, no tengo problema en dormir a la intemperie - Sugirió el bicolor

<<Además acepto cualquier cosa que me aleje de esta casa y los mentirosos que la habitan...>> Agregó de paso en su mente, aunque no tenía ganas de decirlo en voz alta y ponerse a explicar sus penas al ninfo

- ¿En serio? - El chileno paró las orejas de repente, mirandolo con ojos expectantes

- Sí - Asintió sonriendo por la felicidad del otro - Ya reuní todas las pistas que podrían haber aquí... bueno, casi, todavía debo investigar el covertizo, puede que allí haya algo que aún no hayamos visto, solo tengo que buscar una herramienta para deshacer el candado - Le explicó, rascándose la nuca

- Pues entonces vamo' rápido weon, podría haber algo importante - El chileno se paró recto con una gran sonrisa de emoción en la cara

Canadá asintió con seguridad, de repente más emocionado que antes por su investigación.

- Chile - Los llamó una voz firme

México los miraba con desconfianza, manteniendo la distancia del humano pero mostrandose listo para saltar contra él si llegaba a dar algún movimiento sospechoso hacia Chile.
Sin embargo el chileno no respondió a las sospechas de su amigo, solo miró a Canadá con una sonrisilla tranquila.

- Te sigo - Le dijo, asintiendo lentamente como pidiéndole que guiara el camino

Canadá empezó a caminar con seguridad, aunque flaqueando un poco cuando pasó junto a México y este se tensó, arrugando la nariz con disgusto.
Con ambos ninfos siguiéndolo de cerca, pasó a su habitación donde había escondido algunas herramientas, solo para que se le helara la sangre al notar...