Eun-yeong estaba preparando sus cosas para el viaje en crucero, su abuelo la termino convenciendo de que fuera.
Mientras mira unos abrigos decidiendo cuál llevar suena su teléfono al verlo nota que es Jun Pyo así que decide contestar.
- Hola Jun Pyo.- mientras se acuesta en su cama.
- Hola Eun-yeong, solo quería avisarte que pasaré por ti para ir juntos.- responde con una sonrisa.
- ¿Oh? Está bien, así que no llegues tarde de acuerdo.- Hace un baile de emoción cuando escuchó aquello.
- Ya lo sé, oye que tal si después pase esto del crucero vayamos a cenar.- dice con un tono de nervios.
- Sabes que no me negaría a salir contigo Jun Pyo.- Responde con una sonrisa coqueta.
- Está bien entonces descansa.- cuelga con las orejas rojas
Eun-yeong sonríe pues aunque todo va lento sabe que va por un buen camino, sabe que Jun Pyo entra interesado en ella pero también en Jan Di, se que el rulos es un masoquista y la patada de esa chica lo dejo atontado pero iba a dejar que sucediera todo mientras se prepará para el golpe de gracias.
Nada va hacer igual lo sabe muy bien, el efecto mariposa se iba dar desde que ella despertó en este mundo, pero no se iba a detener ya tenía todo preparado y quién sabe en unos meses tenga a cuatro chicos para ella sola, porque si no se va a conformar con uno solo.
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Ya por la mañana me desperté temprano sabía que el idiota de Jun Pyo vendría temprano, así que me prepare y baje a desayunar con mi abuelo.
- Querida, buenos días.- me dice mi abuelo que al parecer se encontraba leyendo el periódico.
- Abuelo, buenos días.- Le digo mientras beso su cabeza y tomo asiento.
Nos sirven el desayuno, cuando mi abuelo toma la palabra.
- Eun-yeong, mi niña, ¿Qué has decidido hacer en aquel local?.- Me pregunta se que está preocupado de que todo el proyecto sea lento.
Yo lo veo, se lo que quiero hacer, es algo que siempre quise hacer.
- No te preocupes ya tengo cómo será mi restaurante, será algo salvaje pues estará basado en Latinoamérica.- El me ve confundido- Quiero que prueben los diferentes platillos que hay en el mundo y Latinoamérica es muy escasa en Corea, así que habrá de todo un poco desde México hasta chile de todos los países que hay.
Y era cierto quiero que toda estás personas disfruten de comida diferentes para vivir la experiencia.
Mientras termino de hablar, una sirvienta se acerca e informar que Jun Pyo está esperandome.
- Ve mi niña, no lo hagas esperar, después me sigues contando esas ideas tuyas.
Asiento y me despido de él rápidamente con un beso en su frente y tomo mis cosas para encontrarme con Jun Pyo parado junto a su auto.
- Hasta que al fin sales, creí que no irías e iba entrar para sacarte aunque sea en pijama.- Me reclama cuando estoy enfrente de él y me echo a reír por su estupideces.
- Tranquilo ya estoy aquí así que vámonos.
Cuando está conduciendo lo veo ver la hora cada 5 minutos y se le nota nervioso.
- ¿Que pasa? ¿Por qué estás tan nervioso?.- El me lanza una fugaz mirada para después a la carretera.
- No pasa nada, no se de que hablas- Respondes para después quedar callado, al rato me hizo la pregunta que está esperando.- ¿Crees que la lavandera vaya al crucero?.
- No lo creo, amigo ella, sin ofender, es pobre, un crucero como el nuestro debe sobrepasar su presupuesto.
Y él resto del camino fue en silencio, no me molesta que este pensando en ella, dentro de poco se olvidara de ella lo juro cómo me dejó de llamar Pak Eun-yeong si no es así.
