Capítulo 04

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Yelena

—¿Ya tomaste una decisión? —preguntó Kate mientras servía su taza de café.

—No.

—Yelena, ya visitamos más de diez escuelas, ¿podrías elegir una por favor? —suplicó frustrada la arquera—. Te recuerdo que solo tenemos hasta mañana para decidir antes de que ellos le asignen una, que seguramente no te va a gustar.

—Ya lo sé, pero no pienso inscribir a Astrid en cualquier escuela.

Yelena continuó preparando el desayuno. Por el rabillo del ojo alcanzó a ver a Kate sentarse en la barra y revisar de nuevo los folletos de todas las instituciones que habían visitado esa semana.

—¿Qué dices de Ideal? Esta bastante cerca de aquí.

—El gimnasio es muy pequeño —dijo Yelena sin siquiera levantar la vista del sartén.

—Bueno, ¿qué hay de Parkside? El programa de artes parece muy bueno.

—El de artes sí pero el de ciencias no tanto. La ciencia es muy importante, Kate Bishop. —La rubia apagó la estufa y empezó a servir la comida en dos platos—. Melina nunca me hubiera llevado a una escuela con un laboratorio tan mediocre.

Y era verdad, a pesar de que su vida falsa en Ohio había durado poco, Melina se había asegurado de poner mucho énfasis en la educación de Yelena y Natasha, especialmente cuando se trataba de ciencia.

—Hmm, City & Country tenía buenos laboratorios pero esa opción ya está descartada —dijo Kate aceptando el plato pero dejándolo a un lado para seguir con la revisión de los folletos.

Yelena había sido la primera en sugerir que Astrid asistiera a la antigua primaria de Kate, pero en las propias palabras de la pelinegra esa escuela era "muy aburrida y apretada, solo les importa ganar premios y además el uniforme es horrible".

—Ya se, Manhattan Country. —Kate le pasó el folleto a Yelena, quien ahora estaba sentada a su lado—. Puede que el laboratorio no sea impresionante, pero estoy segura de que Astrid disfrutará mucho de las visitas a Central Park.

—No lo sé, me pareció que los maestros son un poco hippies ¿no crees?

—No realmente. Pero supongo entonces que una escuela Montessori como Calhoun tampoco te va a convencer. —Kate dio un bocado a sus huevos revueltos y después continuó—. Quizás prefieras algo más tradicional como una primaria pública, aquí cerca hay varias. En lo personal a mí me gusta la 75.

—Solo porque lleva el nombre de Emily Dickinson —comentó Yelena acompañada de una mirada juguetona.

—En parte, pero también porque es bonita —respondió Kate con un atisbo de sonrisa—. Como sea, necesitas elegir una hoy mismo. ¿De acuerdo?

—Ugh, no entiendo cuál es la urgencia de que Astrid vaya tan pronto a la escuela —dijo Yelena soltando el tenedor—. Tal vez la estamos apresurando en algo para lo que aún no está lista.

Yelena quería que Astrid tuviera una vida lo más normal posible y eso implicaba que empezara a estudiar, lo que no quería era poner a la niña en situaciones para las que no estuviera preparada. Apenas habían pasado tres semanas desde que la había rescatado, y aunque ya se desenvolviera mejor en casa, quizás afuera sería diferente.

—Yel, entiendo que estés preocupada. Yo también estoy un poco nerviosa pero sé que todo saldrá bien. —Kate puso una mano en el bicep izquierdo de la rubia y le dio un pequeño apretón—. Astrid es muy inteligente y ha avanzado mucho últimamente, convivir con otros niños le hará bien. Y si algo sale mal lo podemos resolver juntas.

Little WidowWhere stories live. Discover now