Capítulo 2 - La nueva agente

2.9K 310 205
                                    


Alexander

— Alexander, te estoy hablando.

Suspiro resonando a propósito para que el rubio sepa lo mucho que me molesta, no sé qué diablo estaba pensando cuando le permití a Mason entrar a mi oficina a hacerme compañía. Me dijo que estaría callado, pero yo soy peor porque le creí. Mason nunca en su vida ha pasado más de dos minutos sin hablar.

— Mason, estoy ocupado.

— Solo son algunas preguntas más.

Levanto la mirada de mis papeles, mirando mal al rubio que se encuentra sentado frente a mí con sus asquerosos pies sobre mi escritorio. Maldito, juro que se los voy a cortar.

— Mason.

— Alex.

Estoy seguro de que si le doy un tiro deja de joder.

— ¿Qué diablo quieres?

— Bien, seguimos con el test de personalidad.

Suspiro por segunda vez bastante fuerte mientras blanqueo los ojos con muchas ganas de crujirle el cuello. Me sorprende que este espécimen y yo tengamos la misma edad y no solamente eso, sino, el puesto que tiene. Quién diría que el hombre que está frente a mí preguntando estupideces y a simple vista parece un chico tierno y divertido, es un franco tirador, básicamente un asesino a suelto.

— Bien, siguiente pregunta — lee una revista que tiene en la mano, mientras yo me arrepiento de existir — ¿Qué animal preferirías: lobo, león o cuervo?

Giro los ojos de mala manera — León.

Escribe alguna cosa en la revista. Cuando él se distraiga, voy a prenderle fuego a ese papel.

— Eso significa que eres un líder.

Eso ya lo sé.

— ¿Qué es lo mejor que te ha pasado? — Lee la siguiente pregunta: — claro, después de conocerme a mí — se elogia a sí mismo.

— No lo sé.

Intento volver a escribir el informe que se supone que debo hacer para hoy y el estúpido de Mason no me ha dejado avanzar.

— Voy a poner conocer a tu mejor amigo — sigue escribiendo, para luego subir sus ojos azules hacia mí, dándome a entender que seguirá con las preguntas — ¿Cuál fue tu peor decisión?

Trueno los dedos — esa la tengo — dejo de escribir en mi computadora — hace veintiún años, es decir, cuando tenía 5 años, mi padre tenía un amigo que tenía un estúpido hijo de mi edad — cuento — pues mi padre me hizo acercarme a jugar con él mientras que conversaba con su amigo. ¿Sabes cuál fue mi error? — pregunto con sarcasmo —. Que dije que sí, porque resulta que años después el idiota sigue fastidiándome la vida.

Debí ignorar a mi papá cuando me dijo eso, que le hablara para que no jugara solo. Debí jugar solo, y al final salí perdiendo, ya que Mason rompió mi auto de juguete, se sentó sobre él y con todo su peso, puesto que cuando era pequeño era una bola de grasa, lo destrozó.

Frunce el ceño, toma el lápiz y niega — esa respuesta es muy larga, voy a poner que no haberme conocido antes.

Dios, juro que voy a matarlo y, como soy el jefe de las Fuerzas Armadas, lo haré pasar como un accidente.

— La última.

— Maldita sea, Mason — grito —, lárgate de mi oficina.

— Te prometo que es la última y te dejo en paz.

INDELEBLEWhere stories live. Discover now