Capítulo 23 - Tierna y sumisa

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Se que no actualizo a mitad de semana, pero Indeleble ya llego a los 2000 votos, y estoy feliz y emocionada. Asi que me inspire, se que es un extra, pero todos mis capitulos complementan al otro asi que....

Muchas gracias a todos ustedes. 

A leer....


Lexa Herman

— Lexa — escucho la voz en el teléfono.

Me sorprendo un poco, ya que escucho la voz de mi amigo en el teléfono de la secretaria.

— ¿Ángelo?

— Por fin me comunico contigo — escucho su voz divertida del otro lado.

— ¿Por qué me llamas al teléfono de la secretaría? — cuestiono — y no me llamaste a mi celular.

— Me cansé de llamarte y nunca lo tomaste.

Me levanto de mi silla y busco mi teléfono por todos lados, busco el artefacto digital con mis ojos. Cuando doy con el aparato que se encuentra al lado de mi portalápiz, me acerco, y veo que sí, que tengo cinco llamadas perdidas de mi amigo. ¿Cómo fue que no lo escuché? Estaba leyendo algo sobre los casos, pero no pensé que me había concentrado tanto.

— Lo siento — me disculpo mientras borro las notificaciones de este — estaba ocupada, ¿necesitas algo?

— Si, nena, van a hacer las doce y media del día — me avisa, otra cosa que había pasado por alto — Vamos a almorzar, te compraré algo.

— Está bien, voy al comedor en unos minutos.

Recojo todos los papeles que estaba leyendo, para ponerlos en la gaveta y luego cerrarlo con llave. Salgo de mi oficina y me dirijo al comedor, mientras voy tarareando una canción.

El comedor se encuentra algo lleno con los agentes. No comprendo la razón, pero cada día veo más personas en este lugar. Pensaré seriamente en tomarme un día e ir departamento por departamento a conocer a los empleados de aquí. O por lo menos quizás los primeros tres pisos, para conocer caras, y que no me pase como en estos días, que le di la bienvenida a una chica que tiene cuatro años trabajando aquí.

Como aquí hay muchas mesas y Ángelo no es muy experto en este sitio, decidí tomar mi teléfono y mandarle una foto del número de la mesa, que tiene el número 33. Le envió la foto en conjunto con una mía sacando la lengua, recuerdo que cuando estábamos en la academia, ambos nos mandábamos fotos sin sentido alguno, solo era algo divertido.

Segundos después, él también envía una foto sacando la lengua y dejándome ver que estás esperando en.... Burger King. Hago una minifiesta en mi interior cuando noto que me está comprando hamburguesa. Apago el teléfono mientras espero y lo coloco boca abajo.

Levanto la mirada y me encuentro con unos ojos verdes que hacen que mi corazón se dé un vuelco de repente, observo que solamente está tomando café y su plato vacío que se encuentra frente a él, me da a entender que ya acaba de almorzar. Rápidamente quito la mirada, aunque solamente fue por unos segundos, ya que volvió a caer donde él se encuentra.

Solo se encuentra a dos mesas de la mía, está con algunos oficiales, que ellos se encuentran conversando, en cambio, él no, solo se encuentra ahí. Mirándome, mis manos comienzan a temblar bajo la mirada varias veces, vuelvo y la subo y él se encuentra en el mismo estado que yo, bebe un poco de su café sin quitarme los ojos de encima. Cosa que no entiendo, ¿por qué me mira? Ese idiota me da una rabia, me encantaría pararme y preguntarle qué demonios me mira, pero también estoy segura de que si me le coloco a su lado no me van a salir las palabras.

INDELEBLEOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz