Travesía II

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Chocolates

Summary: Hay tantas cosas que a Adrien ama de Marinette, incluso podría hacer una lista completa de ello, y en la misma estaría el talento repostero de la azabache, aquel que tenía corriendo por las venas desde que era una niña y hoy, que era el día donde el amor albergaba gran parte de las maravillas comestibles y no descansaría hasta saber por qué Marinette le había dado chocolates a todo mundo, menos a él.

[...]

Indignación, esa era la palabra que recorría el cuerpo de Adrien, en verdad estaba indignado y jamás creyó que ese sentimiento pasara por el por la joven de hermosos ojos azules que lo tenían encantado.

No lo malinterpreten, Adrien amaba a su pareja, hay tantas cosas que a Adrien ama de Marinette, incluso podría hacer una lista completa de ello, y en la misma estaría el talento repostero de la azabache, aquel que tenía corriendo por las venas desde que era una niña y hoy, que era el día donde el amor albergaba gran parte de las maravillas comestibles y no descansaría hasta saber por qué Marinette le había dado chocolates a todo mundo, menos a él.

¡Menos a él!

Por favor podía escuchar con tanta envidia como sus amigos en el bote disfrutaban de las delicias de Marinette, delicias que él no estaba comiendo, pero no quería decir nada, de hecho, cuando lo intento, la sonrisa y beso en la frente de Marinette lo descolocaron, adoraba cuando su chica hacia ese tipo de actos, sobre todo cuando ella tenía la iniciativa.

—Estos chocolates son los mejores que he probado, Marinette —Zoé disfrutaba con gran ambrosía— ¡Esta deliciosos!

Adrien tuvo que recurrir a toda su paz cuando Zoé lo mencionó con una sonrisa grácil y tranquila para su chica, incluso no sentiría nada, de no ser porque escuchó por causalidad como aquella rubia cayó ante el encanto de su novia.

—Tiene razón, Marinette, esto es tan delicioso como las melodías de Tchaikovsky.

Incluso Luka recibió chocolates menos él, no tenía anda en contra Luka ¿Cómo podría? Si el hombre era un pan de Dios por favor, incluso sabia su mayor secreto y era tan gentil y entregado.

—Me alegra que les haya gustado a todos —sonriendo a todos y haciendo una pequeña señal a Luka, al cual entendió y respondió asintiendo y le sonrío.

—Chicos por favor acompáñenme, hay varias cosas que tenemos que hacer con mi madre y necesitamos muchas manos.

Ante la afirmación de todos, el grupo se fue y antes de que Adrien fuera a caminar más manos pequeñamente cálidas de la mujer que estaba a su lado lo guiaron hacia el camarote de la familia, sobre todo a la habitación de uno de los confidentes de la pareja.

Con un Adrien sorprendido y algo curioso miro a la azabache que lo soltó pro un momento y le entrego una bella caja en forma de corazón y de color verde.

— ¿Pero que...?

—No ibas a creer que me olvidaría de ti ¿verdad? —ante la sonrisa tímida de Marinette, Adrien no hizo más que bajar la mirada apenado ganándose la risa de la chica que juntando toda la valentía que tenía le dio un beso en la frente.

—Fueron los más complicados y hermosos de hacer.

Sin perder tiempo el joven se sorprendió de la cantidad y espero que había en él cada uno con un color y forma diferente, Marinette tomo uno de forma de hoja a la vista de Adrien y lo llevo a la boca del joven que abrió por instinto permitiendo que el dulce llenara sus papilas.

Tiendo una explosión de sabor ante el dulce chocolate negro y el relleno de dulce de leche que tenía.

— ¿Te gusta? —Marinette preguntó atenta ante los ojos verdes que disfrutaban cerrados la delicia.

—Me encanta —dijo finalmente mientras miraba a la joven y, pidiendo permiso con sus ojos a los cuales ella respondió afirmativamente, le plantó un bella y dulce beso en los labios.

Un beso que fue más dulce que los chocolates de su amada chica le había dado.

Separándose y juntando sus frentes los jóvenes rieron y en susurro se dijeron te amo mientras escuchaban como las voces de sus amigos buscándolos los llamaba.

Adrien miro al frente y notó como en una mesa decorada estaban aun dos cajas envueltas de rojo y negro.

—Esas cajas son...

Marinette regresó a ver el lugar que señalaba su chico mientras sonreía y tomaba una.

—Una para la heroína de rojo y otra para el héroe de negro.

El corazón de Adrien latía rápidamente, el simple hecho que su novia no dejara de lado al héroe gatuno lo puso feliz, sobre todo porque podía notar que era un sentimiento de amistad fraternal que la joven tenía que él, o bueno, su versión heroica.

— ¿Le pedirás a Luka que les diga que vayan a ti para dárselos?

—No sería mala idea, pero le pediré que les diga que en mi balcón les espera postres de chocolate.

Adrien sonrió y abrazo a la chica con más fuerza siendo correspondido por la azabache que no dejaba de sentirse tan feliz y tranquila en sus brazos, amaba tanto a la joven.

Y haría todo lo posible para que cada día de su existencia la que siempre lo acompañara fuera ella. 

[...]






Cualquier queja, duda, lloro o lamento a mis redes. 

Nos vemos en las tiras cómicas. 

 

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Travesías de CupidoWhere stories live. Discover now