Capítulo 28

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Los brillantes faros atravesaron la fresca oscuridad nocturna, con el pasar, las hojas perennes de los arbustos se iluminaron de verde rodeando a la casa al llegar.

Algunos tranquilos gorriones que se escondían en las ramas de estos se deslumbraron por la luz y desplegaron sus alas con pereza hacia el cielo, unas cuantas hojas de dichos lugares de descanso se vieron envueltos y cayeron por la precipitación de tal suceso.

Con la lenta brisa nocturna que entraba por la ventana abierta del vehículo, Ji Xiao pudo oler y sentir la fragancia a menta en la punta de su lengua.

El mundo de su sueño era un interminable plácido mar turquesa, la luz brillante del sol atravesaba el cielo blanco rodeado de nubes y reflejaba su esplendor en las dichosas olas de luz. Ella se sintió como si su cuerpo estuviera sumergido cómodamente en dicha agua, el mecer de las olas sostenían su cuerpo y la arrastraban a través de ese océano deliciosamente lleno de menta por doquier.

Era tan libre y cómoda.

—Ji Xiao...

—Ji Xiao...

Dos apacibles llamadas llegaron desde el cielo haciendo eco y Ji Xiao miró hacía el cielo aturdida, sin ser capaz de abrir completamente sus ojos debido a la destellante luz del sol. De un momento a otro, las nubes traslúcidas del cielo se disiparon y el agua del mar que envolvía por completo su cuerpo se desvaneció repentinamente.

La chica, sin comprender por completo lo que pasaba, miraba somnolienta su nuevo entorno algo desconocidamente familiar sin moverse, el olor a menta que había estado persistiendo en sus sueños aún permanecía latente en sus fosas nasales.

Entonces, movió suavemente su cuello, que estaba un poco rígido por el sueño, y un delicado blanco níveo apareció en su ya nueva visión.

Era parecido a la nieve de la cima del monte Fuji o como el papel blanco sin tintar.

Aquella nieve blanca no cubría toda la visión somnolienta de Ji Xiao, sino que su línea de visión se separaba del resto por las curvas grácilmente suaves, exquisitas y hermosas.

La joven alzó ligeramente la mirada desorientada y sus ojos se fijaron en unos labios rosas como las cerezas de una chica.

Casi idénticos a los pétalos de una preciosa rosa floreciendo en una montaña nevada, parecían tan suaves y finos, con un leve matiz acuosos.

Sintiendo un hormigueo al instante, sus pupilas no pudieron evitar alterarse.

¡Ella no estaba durmiendo en un dulce cojín sino en el hombro de la protagonista!

—¿Despierta? —Wei Qingyu bajó por segundos su mirada impasible y miró inexpresiva a la joven que se encontraba apoyada en su hombro. Su voz era tan helada mente monótona y no había signos de alegría o enfado.

Ji Xiao se levantó rígidamente con rapidez del hombro de la chica y carraspeó con un calmo "ah". Ella frunció los labios y preguntó. —¿Cuánto tiempo llevo durmiendo...?

—Desde que salimos de la subasta. —con calma respondiendole, la protagonista le susurró.

Sin saber qué decir, la villana se quedó congelada por la sorpresa.

La joven miró a Wei Qingyu, quien estaba sentada a su lado, y un millar de brisas heladas se arremolinaron en lo profundo de su corazón.

Tenía razón, ella había dormido tranquilamente sobre el hombro de la heroína durante casi todo el viaje.

¡Qué dicha!

Pensando en el sueño que acababa de tener, uno que era casi embriagador, sintió que toda su cara se calentaba por completo.

La perfecta heroína quiere tenermeWhere stories live. Discover now