Capítulo 15

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 El sol se ha puesto y el cielo fuera de la sala está cubierto de una negrura brumosa.

Un recodo brillante de la luna estaba cubierto por nubes oscuras, unos trazos de luz apenas se colaban de dichas nubes, dibujando un curioso contorno.

El director Liu condujo a Liu Meina al interior de la enfermería y habló de forma desganada.

—Las reunidas aquí, vengan a la oficina de enseñanza ahora mismo.

—Hasta que llegue mi abogado, nos negamos a seguir alguna de tus órdenes. —refutó Ji Xiao

Ella se sentó en la cama de la enfermería con la columna vertebral erguida, sin que la repentina llegada del director Liu la perturbara.

QiQi miró al director Liu y, con la cabeza gacha, hizo un pequeño grupo para las cuatro en el chat, chasqueando e increpando hacia el director Liu y Fan Yiming maldecía a Liu Meina.

Wei Qingyu ni siquiera miró al director Liu, observando y deslizando silenciosamente el registro de chat, sin saber en qué estaba pensando.

El hombre sonrió con frialdad al ver que los tres estudiantes de la sala ignoraban a los suyos y fijaban su mirada en Wei Qingyu.

Se acarició la escasa barba de su barbilla y dijo pensativo. —Oh... Wei Qingyu, si no mal recuerdo... ¿Tu beca no debe de evaluarse para este semestre?

Cuando él hizo este comentario, hasta el aire de la sala se volvió helado.

Él estaba preguntando aparentemente, pero en realidad estaba amenazando.

Después de la caída de su familia, Wei Qingyu está bajo la tutela de otros, Ji Qingyun no le da dinero de manutención para sobrevivir, entonces la beca es su principal ingreso financiero este semestre.

El director Liu se había aprovechado de la necesidad de Wei Qingyu de obtener una beca para intimidarla.

La fría luz cayó sobre las pupilas de la joven, dejando un rastro de escalofrío en sus ojos.

Miró suavemente al director Liu y se sentó al lado de Ji Xiao sin inmutarse. —Sí. Siempre he sido realista y busco la verdad de los hechos, lo que es mío será mío, y no lo forzaré si no me pertenece.

—¿"Realista"? En efecto, hay que ser realista. —aquel hombre asintió y siguió. —Ustedes, pequeñas niñas, ¿por qué no escuchamos lo que dice mi testigo sobre esto?

QiQi bufó, molesta. —¡Liu Meina también es una implicada, no puede ser considerada un testigo presencial!

Liu Meina miró con desdén a QiQi, con cierta petulancia en su rostro. —No estuve en el recolector, ¿cómo voy a estar? Fue la señora de la limpieza la que vio a Ji Xiao arrastrando a Wei Qingyu a la enfermería de la escuela cuando pasó por ahí.

Las nombradas se miraron la una a la otra, ninguna de ellas esperaba ser vistas cuando salieron.

Parecía que estas dos personas debían haber sobornado a esa mujer, y no se sabía qué tipo de palabras manipuladas iban a escuchar después. Pero no importaba qué trucos hiciera el otro bando, tenían que saber todas sus cartas antes de poder decidir

Ji Xiao asintió con la cabeza. —Está bien.

—Adelante. —el hombre mayor clamó, y entró una mujer mayor con el traje de trabajo del personal de limpieza de la escuela.

Esta persona, que no parecía muy sencilla, habló de forma condescendiente. —¡Lo he visto todo! Jóvenes estudiantes, ¡más vale que no sean mentirosas!

—Dime, ¿según qué has visto? —Wei susurró ligeramente y mirándola a los ojos.

—Pasaba por allí después de trapear el pasillo. Entonces oí un ruido procedente de la sala del recolector de agua, pero la puerta no estaba cerrada. Y fue ahí que vi a una niña... —La señora de limpieza habló de forma colorida, y Ji Xiao miró con desdén escuchando todas las artimañas planeadas.

La perfecta heroína quiere tenermeWhere stories live. Discover now