Capítulo 26

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La tarde de otoño era silenciosamente tranquila, y el calor del sol brillaba con un confort especial.

No había mucho tráfico a esas horas, y un pequeño H-RV* avanzaba a toda velocidad por la espaciosa carretera asfaltada.

El cristal brillante reflejó el rostro de Ji Xiao sentada al otro lado del auto.

Estaba mirando su teléfono móvil, y el zumbido en la silenciosa cabina indicaba que estaba hablando con alguien.

Wei Qingyu miraba a Ji Xiao sin mover un músculo, con las pupilas llenas de incomprensión.

Estaba claro que por la mañana se había negado caprichosamente a hacer nada respecto al tema que comentó la señora Wu, pero ¿cómo es que había cambiado de opinión al mediodía?

Si entendía que estaba celosa del favoritismo de Ji Qingyun hacia ella, por lo que quería ir también, entonces ¿por qué seguía dispuesta a ayudarle cuando saltó el muro hace un momento?

En la mente de la protagonista rondaban todo tipo de preguntas, y apretó los labios, fingiendo calma, mientras preguntaba. —¿Por qué me llevas a la subasta?

La mano de la chica se detuvo unos instantes mientras chateaba airosamente con Qi-Qi gestando sus emociones al pensar, y preguntó retóricamente. —¿No ibas tú primero a la subasta?

La protagonista miró a la villana, que era la invitada colada, y respondió con calma. —Sí, voy.

—Entonces ahí tienes. —la joven levantó la cabeza y mostró una mirada arrogante aparentando que no había hecho nada malo, y continuó. —Lo suficientemente tonta como para no ser capaz de saltar un muro, obvio no dejaría que tomaras un taxi para que alguien te secuestre. Mejor que esta señorita te lleve, ¿no?

Wei Qingyu frunció ligeramente el ceño y respondió. — Bien, gracias.

Ji Xiao exhaló y señaló la parte trasera del auto con cortinas. —Si de verdad quieres darme las gracias, ve a cambiarte el uniforme del colegio en la parte de atrás y luego ponte la ropa que quieras. Llevar eso puesto a la subasta no es adecuado y es lo suficientemente malo como para hacerme quedar mal.

Wei Qingyu miró el uniforme escolar que llevaba puesto y, efectivamente, ese tipo de ropa no era adecuada para entrar en una subasta.

Pensaba ir al centro comercial cercano a comprar un vestido decente para la ocasión, pero le preocupaba no poder comprar un vestido de calidad con el poco dinero que tenía.

En ese momento, ella nunca podría haber imaginado que la persona que resolvería este problema para ella sería la propia Ji Xiao.

La joven obedeció en silencio las órdenes de Ji Xiao y caminó hacia la parte de atrás, mientras Ji Xiao se recostaba en su asiento y miraba el reflejo de la espalda de Wei Qingyu en la pantalla de su móvil, aliviada por haber superado la prueba.

Miró al conductor que tenía delante y le ordenó. —Conduce el coche con más cuidado.

—Sí, señorita. —el chófer respondió respetuosamente.

La luz del sol caía sobre el lago, el viento soplaba suavemente una capa de ligeras ondas doradas, una sombra lentamente pasaba sobre la cabeza de Ji Xiao.

Al cabo de unos instantes, Wei Qingyu se puso delante de la villana con un par de pequeños zapatos de cuero que se ajustaban a sus pies. —Me he cambiado.

La aburrida chica abandonó su teléfono y miró hacia la heroína, pero su mirar no pudo evitar titubear por unos instantes.

La joven protagonista que estaba frente a ella mantenía la cabeza ligeramente alta, con su largo cabello negro cayendo por todos los lados.

La perfecta heroína quiere tenermeWhere stories live. Discover now