No tardaron en llegar, en donde Osmar los recibía en la entrada. -Riley no esta mintiendo Fél... -. Comentó al verlos llegar. El mismo abrió la puerta, dejando a los demás entrar. La cara de Félix cambió a una espantosa mueca de horror; Riley no mentía, realmente había un cadáver. -Dios mío...-. Fue lo único que le salió decir al peli-rosado, quien también aguantaba las ganas de vomitar. Fede se arrimó más al cuerpo, y comenzó a analizarlo más en profundidad. -Fede por dios que estás haciendo...-. Osmar se arrimó al peli-rosado. -Se que es chocante encontrarte con un muerto, pero si vas a quedarte en el Circo vas a tener que acostumbrarte como yo lo hice-. Soltó, para luego acercarse al albino y explicarle ciertas cosas del cadáver y el cómo cree que murió. -Esto no es obra de una persona...-. Dijo Osmar. -Tampoco es algo que haría un animal espiritual...-. Agregó Riley. Fede se acercó al rostro del putrefacto e inmóvil chico, de donde le salían gusanos de todo tipo, y luego le hizo señas a Osmar. -¿La foto? ¿Para qué la quieres?-. Preguntaba Osmar mientras le daba lo que pedía. El albino la tomó y se arrimó a Félix, señalándole a uno de los chicos que salían con la cara rasgada. -Es él... ¡Fede eres un genio!-. Le felicitó el menor, añadiendo un abrazo al acto. -Entonces debe de tener algo que nos sirva...-. Agregó Osmar. -Ummm... No pienso tocar eso...-. Soltó Félix con una mueca de asco. Los tres se miraron entre sí. -¿Qué? Es desagradable...-. Riley soltó un suspiro de mala gana. -Siempre tan inútil...-. Susurró, para luego comenzar a meter las manos en las tripas del muerto.

-Mejor... Les espero afuera...-. Comentó Félix con asco, saliendo en el proceso. -Vamos Riley, tú sabías como era yo cuando llegué-. La peli-roja miró a otro lado. -Dale un tiempo, es mucho que procesar-. Finalizó seguido de ayudar a la peli-roja a buscar algo en el putrefacto cadáver. A todo esto, el albino quiso acompañar a su pareja. -No se cómo pasé de vivir una vida de mierda a vivir una vida... Uh... Tan rara...-. Comentó el peli-rosado, moviendo sus manos y colocándoselas alrededor de su cabello. -¿Qué estoy haciendo...?-. Se preguntaba de vez en cuando. Fede se arrimó a su pareja, y en un intento de tranquilizarlo lo abrazó por detrás. -Fede... ¿De donde vienes...?-. Preguntó Félix en un intento de combatir sus pensamientos. El mayor se separó del contrario con cierta cara desilusionada. -Entiendo, no quieres hablar de ello... Perdona...-. Dijo el menor, volteando la mirada. Fede volteó hacia el peli-rosado, quien se veía estresado por todo lo que le estaba pasando. Jamás había pensado en lo duro que sería para una persona normal encontrarse con todo esto. Ambos cruzaron miradas, con una mezcla de inquietud y satisfacción. No se habían parado a pensar en los hermosos ojos que tenían los contrarios. Los grandes ojos azulados del albino le producían mariposas al contrario, mientras que los pequeños ojos ámbar del contrario le causaban al mayor una erección incontrolable. -Vas a tener que ayudar a tu amiguito-. Rio Félix al notar la situación del contrario. -Te veo adentro-. Le susurró al oído, no sin antes despedirlo con un beso en sus mejillas. Fede se quedó viéndolo entrar, mientras pateaba una piedra cercana a él. Tenía una oportunidad con él a solas y el mismo lo arruinó. -"Estúpido cuerpo..."-. Pensó el albino.

-¿Encontraron algo?-. Preguntó Félix con cierta impaciencia. -Sólo esta llave-. Respondió Osmar, enseñándole una llave oxidada. -Debe abrir alguna puerta de por acá-. Agregó. A todo esto, Riley recogió lo que parecía un gafete. -William... Este chico se llamaba William-. Comentó a los otros dos. -Pobre hombre...-. Añadió Félix entre suspiros. -Deberíamos preocuparnos más por quién hizo esto...-. Comentó Riley. -Un momento ¿Dónde esta Fede?-. Preguntó. -Oh, esta afuera. Tuvo una pequeña situación... Ya sabes...-. Respondió Félix. -¡¿LO DEJASTE SOLO?!-. Gritó la peli-roja. El menor la miró con cierta duda. -Es un adulto, no necesita qu- -. Riley lo interrumpió con un grito. -¡TIENE AUTISMO IDIOTA!-. Y dicho esto, salió corriendo de la cabaña. Félix se quedó en blanco. ¿Cómo pudo olvidar eso? -Soy un estúpido-. Dijo, y procedió a seguir a la peli-roja. Los tres salieron a portazos de la cabaña, sólo para encontrarse con nada. -¡NO NO NO! ¡FEDE! ¡DONDE ESTÁS!-. Gritaba Riley. -¡SOY UN ESTÚPIDO!-. Volvió a decir Félix. La peli-roja se arrimó bruscamente a él. -¡PELOTUDO! ¡COMO LE PASE ALGO VOS SERÁS LA CENA!-. Chilló. -¡CALMENSE LOS DOS!-. Gritó Osmar. -Esta ahí-. Comentó señalando en dirección a un arbusto, donde se hallaba el albino recogiendo flores.

[⚠️TW] FreakShowWhere stories live. Discover now