Amantes en la Oscuridad

Capítulo X

Escucho un estruendo y ambos volvemos a la realidad, en medio de los dos, está El Arconte con su puño enterrado en la madera.

-¿Qué sucedió?- pregunta sin siquiera mirar más que el suelo quebrado.
Mi voz agitada se adelanta a la de Ámbar -ella cayó, entonces hice lo que me dijeron de darle con qué escribir y en ese momento me tomó del brazo...- al querer tomar aire, Ámbar me interrumpe.

-...entonces lo transporté conmigo a mi visión. No fue de manera intencional- toma un hondo suspiro como si asumiera la culpa por ello.

-¿Qué vieron?- su voz seca suena en tono de querer escuchar algo más.

-Habían muchas imágenes y luego vimos una que parecía más real que las otras, de dos sujetos frente a un camino de lo que lucía como el infierno y el cielo; pero uno de los dos se los llevó hacia el fuego y luego una energía demoníaca bastante fuerte...- mi voz se apaga recordar la magnitud de la fuerza.

-Háblame de esa energía niño- su mirada se clava como calmando una furia interior.

El tono suave de Ámbar interviene para calmar el ambiente -yo también la sentí; pero nadie más que tú puede decirnos qué tipo de energía es tan grande para haber vuelto impregnados de azufre de esta manera- termina con un tono menos calmado que el de antes.

Es verdad, no había notado que trajimos el hedor del azufre desde ese lugar -no había sentido algo tan fuerte, no sé si tal vez exagero; pero podría asegurar que no se trata de un demonio cualquiera, sino uno de los superiores.-

La mirada de El Arconte se voltea hacia Ámbar como si usaran telepatía. Su rostro tiene una expresión de miedo o tal vez, terror. -Antes de llevar a Paolo conmigo, vi algo más. Eran 7 hongos que brotaban de lo putrefacto, grandes y negros envueltos en fuego quemando todo a su alrededor. Tenía dudas, pero con esto, creo que se trata de los 7 príncipes del infierno. Debemos avisar al cardenal, los sellos pueden estar en peligro.

-¿Puedes caminar?- pregunta El Arconte mientras la examina con la mirada. Ámbar responde asintiendo la cabeza y sube las escalas hacia la cocina.

-Cuida esa quemadura- dice apuntando a mi brazo y se va tras Ámbar. Su mano quedó grabada como una plancha de calor, no me había percatado -sí, lo haré. Limpiaré todo esto, ahora los alcanzo.-

Mientras se alejan y recojo las tizas, veo un símbolo rasgado en el suelo. Este fue el que hizo Ámbar con sus uñas.
Es cómo una estrella; pero no cualquiera, ese es un hexagrama unicursal. Ámbar no mencionó nada al respecto en su visión.

Es imposible que un demonio de ese nivel pueda pasar a este mundo sin romperse los siete sellos. Cuando un integrante de nuestro grupo muere, el sello de protección pasa a una nueva persona y tenemos que encontrarla, para entrenarla y así nos ayude a protegerlo; aunque faltan dos protectores, no solo Amatista. Me pregunto ¿Quién será en reemplazo de cada uno? Si lo vemos de esta manera, no somos más que figuras de protección reemplazables y dispensables.

¡Vaya! Sí que es agradable como se siente el viento en mi rostro; cierro los ojos, entra por mis cabellos y bailan con él. La vibración del celular en mi pierna, me saca de mis pensamientos. Un mensaje desde Instagram "ya casi llego". No sé cómo lo hizo, pero me ubicó por Instagram y bueno, ahora tenemos nuestra primera cita, luego de muchas conversaciones y videollamadas.

Ya ha pasado una semana desde que empecé a entrenar fuertemente con Ámbar. He apren... una aguda sensación cae por mi cuello y se desliza por la espalda. Una risa se escucha, volteo y ahí está, es una aparición divina.

Un cubo de hielo pasa por debajo de mi ropa y cae al suelo... solo puedo reaccionar con una sonrisa -¿te gustan las sensaciones extremas?- me mira con cara de picardía mientras sostiene un refresco en la mano -diría que me gustan los extremistas ja, ja, ja-.
-¿Te refieres a esos que atropellan y secuestran?- le pregunto con tono hilarante y me responde entre risas -más bien de los que drogan-. Ambos sonreímos y se acerca a la baranda de la terraza -me gusta la vista de este centro comercial, se logra ver toda la ciudad.