Capitulo 14

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    Scott siempre fue amado por todos, no importa si este hiciera algo atroz, los demás siempre buscarían la forma de excusarlo o eso creía él, sin duda Scott sabia lo que era el privilegio de ser hermoso. Angelo era un niño muy simpático y lindo, ciertamente, su poca relevancia que su entorno le prestaba era una incógnita, tal vez era por la pura imagen que emanaba de este, un niño bueno e inocente, o tal vez era porque aún no había concretado su proceso de pubertad, y su cuerpo no se habría desarrollado por completo. Como sea, el niño recibía menos de lo que merecía, y eso en cuestión de estatus era lo que Scott necesitaba.

    Angelo nunca se considero alguien lindo o atractivo, todo lo que estaba a su alrededor le hacía creer lo contrario, en especial su hermano, este siempre encontró placer en maltratar física y mentalmente a el menor, golpeándolo en muchas ocasiones aunque, en el presente esos ataques físicos ya no eran tan frecuentes, en un punto pasado lo fueron y dejaron consecuencias, una de esas podría ser la actitud tan sumisa y obediente de parte de este, sin duda Angelo había aprendido a comportarse, o como su hermano decía, Angelo había aprendido a ser un buen chico, tal vez por eso su presencia pasaba desapercibida.



Era lunes de nuevo, y Scott se pasó todo el día pensando en el menor, y para Angelo la situación estaba igual o peor, Scott lo tenía en las nubes, se sentía tan ido y disperso, sin duda estaba cayendo a los pies del atleta.

La hora del receso llegó, Angelo se encontraba sentado en el mismo viejo banco bajo el árbol y encontró a Scott con la mirada, este paseaba sus fornidos brazos por los hombros de su atractiva novia, Angelo se sintió mal por eso, sentía que nunca sería como aquella fémina, el sentimiento de inseguridad e insuficiencia se apoderaron de él, y las ganas de acercase a Scott lo dominaban, pero sabía las reglas que este mismo le impuso, no debía acercarse a él en la escuela o sino le iría mal a palabras de Scott. El menor con un poco de esperanza racionó y se hizo la idea de que tal vez Scott este pronto a terminarle a la joven mujer, pero que equivocado estaba.

Angelo temblaba más que nunca, se sentía pequeño e intimidado, quería estar en el lugar de la fémina y que Scott lo tratara delicadamente, como lo hacía con su novia, que le diera cálidos besos, que pasara sus manos dulcemente por su cuerpo, que lo abrazara, que le diera regalos, quería que Scott lo tratará como una persona. Pero ni el mismo Angelo creía merecerse tal trato, no tenía nada de especial ni nada de lo Scott se enamoraría. El menor llevaba ya un rato mirándolo, Scott volteó hacía donde estaba él, así que desvió la mirada, sabía que Scott estaría molesto, así que mejor decidió dedicarse a distraerse con su celular.

Alan llevaba días queriendo hablar con Angelo, estaba cansado mirar al menor y esperar a que algún día alguien trate de robárselo, compró una bolsa de chocolates en la tienda de comestibles de la institución y se dirigió al menor, Alan sabía que Angelo amaba los dulces. Alan llegó a espaldas de Angelo y delicadeza y dulzura cubrió los orbes verdes del menor con sus venosas manos.

_Adivina quién soy_ Angelo reconoció esa voz, tan grave y rasposa, era Alan.

_A-Alan?_ a pesar de haber reconocido la voz del mayor estaba inseguro.

Scott miraba la escena desde la lejanía, la venas en su cuello se hicieron visibles y difíciles de pasar desapercibido, ¿qué hacía Angelo hablando con ese tipo? Scott sabía que él y el menor no eran nada aún, pero sin duda que alguien le hablara a su Angelo de manera tan confiada y hasta pícara le enfurecía. Otra mirada que también se posó en ellos fue la de Matias, este mas que molesto, estaba confundido, su hermano se veía tan feliz y cómodo hablando con él que de cierta manera eso le molestaba.

_Te compré esto_ dijo Alan extendiéndole la bolsa con el dulces, un simple pero importante gesto para Angelo, nunca se sintió atraído por Alan, pero eso sin duda le hacía sentir mariposas en el estómago.

El Prominente (gay)Where stories live. Discover now