Capítulo 2

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    Angelo estaba en clases esperando a que sea la hora del receso, veía a casa uno de sus compañeros, hacían alboroto, Angelo hacia parte del espacio pero, no estaba integrado a ninguno de esos jóvenes, aunque quisiera ser parte de ellos los demás no lo permitirían. El pequeño observaba el pizarrón, desde su lugar podía oler ese peculiar aroma que desprendían los marcadores.

    La hora llegó, la campana sonó, era hora del receso, Angelo vio como todos sus compañeros se levantaban con un ganado retirándose de el salón, él siempre esperaba a que todos salieran, para el poder salir a su ritmo, estaba de camino al patio dando provecho a su tiempo libre.

    El niño tropezó con alguien, ese tal desconocido era una muchacha, quien hacia parte del grupo de Scott, la había visto muchas veces charlando con Scott y sus demás colegas, la joven le dedicó una pedante mirada a Angelo sin emitir ruido alguno, solo esa mirada de superioridad que tenían en común todos los integrantes de ese grupo.

    Matias vio lo sucedido desde lejos y sonrió, le causaba gracia la vergüenza de su hermano menor, junto a él estaba Alan quien también se dedicó a sonreír ante lo sucedido solo porque se vio cómico y digno de algunas burlas.

    Scott vio a tal vez pequeño niño tropezar con su amiga, miró al culpable y luego a su amiga, risas burlescas se hicieron presentes entre esa bola de amigos, y entre esas resaltaba la de Scott. Angelo se retiró apresurado, estaba muerto de la vergüenza, a decir verdad, aquello no era la gran cosa, pero hay que tomar en cuenta la timidez de el pequeño.

    Angelo llevaba un tiempo sintiendo atracción hacía Scott pero, considerando las circunstancias era solo atracción física, Scott no era conocido por ser amable y amistoso, algunos lo describen como un hijo de puta, algunos ligues pasados como un promiscuo y la lista se sigue extendiendo. Angelo era consciente de todo lo que se decía de Scott, más no le importaba, poner tener cercanía a él era un sueño para el lindo niño.

    Fue a la banca que estaba de bajo de las ramas de ese indistinguible árbol, y decidió pasar el rato en su celular para olvidar lo sucedido. Scott se había quedado pensante sobre aquel lindo niño, lo siguió con la mirada y lo vio tomar asiento sobre las comunes bancas en ese viejo árbol, se veía angelical, el uniforme le lucía de manera armoniosa, su lindo cabello castaño y su blanca piel con tonos rojizos, se le hizo lindo ese niño, "debe ser nuevo" pensó Scott, nunca había visto a Angelo pasarse por esas instalaciones.

    El pequeño sintió una mirada sobre él y curioso busco con su vista quien era, logró ver a Scott, su ojos negros le dieron escalofríos, nervioso y apenado desvió la mirada de Scott, el mayor solo sonrió con orgullo y sin desviar la mirada de niño, Angelo seguía sintiendo la mirada sobre él y volvió a ver hacia Scott para verificar si seguía siendo él y no se equivocó, por un momento sus miradas chocaron, las mejillas del niño se calentaron volviéndose rojas, Scott por fin desvió la mirada, volviendo a prestar du atención a su grupo de amigos, quienes hablaban de cosas triviales.

     Pasó el rato y el receso acabó, todos volvieron a sus salones esperando las siguientes clases, Angelo no le prestó atención a ninguna, su mente seguía en lo sucedido con Scott en el receso, le ponía de nervios recordar eso. Las horas pasaron rápido, tal vez fue porque el pequeño se perdió en su mente, emoción era lo que sentía al recordarlo combinado con nervios y miedo, tomando en cuenta la reputación de Scott no sabía si fue algo bueno o malo.

   Ya era hora de salida, algunos iban a pasar la tarde con sus amigos a centros comerciales o reuniendose en parques pero, Angelo solo iba de regreso a su hogar, fue a la entrada para esperar a su hermano mayor como siempre.

    Vio de lejos la figura de su hermano, estaba acompañado por Alan y otros personas de su grupo de amigos, a los pocos segundos Matías llegó hasta su hermanito.

    _Oye Angelo, voy a salir con unos amigos un rato, ¿sabes irte solo verdad? Ya estás grandesito_ dijo Matías esperando la respuesta de su ahora nervioso hermano.

    _Oh bueno, está bien, Matías, si sé irme solo, no te preocupes_ dijo Angelo a su hermano, aunque a este en verdad no le importará.

    _Ok, adiós Angelo, diles a mis papás que llegaré más tarde_ dijo Matías alejándose junto con su amigos.

    _Adios, Angelo_ dijo Alan desde lejos y el menor le devolvió el saludo con un movimiento de manos.

    Angelo estaba a punto de emprender su camino hacia su casa, esta vez solo, pocas veces lo había hecho pero sabía cómo, ya no había casi nadie en el las instalaciones, solo algunas personas que tal vez estaban retardadas, algunos profesores y conserjes.

    _¡¡Niño!!, Espera_ escuchó una voz a lo lejos, se paralizó un momento pensando en si era con él, al fin de cuentas termino por voltear encontrándose curioso por saber quién era.

    El pequeño volteó y se encontró con Scott, quien tenía una sonrisa coqueta en su rostro.

El Prominente (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora