Capitulo 10

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Dos jóvenes, ambos de 14, compartían el mas sincero y apasionado beso a escondidas de cualquiera que pudiera verlos, apenas estaban aprendiendo de la vida, pero sabían que serían aceptados por pocos y odiados por muchos, el nombre de un de esos jovenes era Scott

Llevaba algunas cuantas semanas con su nuevo novio de nombre anónimo, este par siempre acostumbraba ir a la lujosa de casa de Scott, donde demostraban la atracción y el amor que sentían el uno por el otro.

Uno de esos contados días, el padre de Scott llegó temprano de su trabajo, entrando sigilosamente a su hogar, tratando de el menor ruido posible con sus zapatos lujo para sorprender a su hijo por que eran pocas las veces en las que el hombre llegaba antes de que oscureciera. Lentamente y en silencio subió las escaleras para ir hacia la habitación de su hijo, a cada paso que daba se escuchaban los obscenos sonidos de se escapan de aquella recámara, cada vez más claros y distinguibles. Su padre ajeno a la situación pensó que tal vez Scott había traído alguna chica, pero su mentira no duro mucho, ya que la ausencia de voz femenina se hizo notable.

Esto alarmó al mayor, quien rápidamente abrió la puerta, encontrándose con su pequeño hijo quien se encontraba intercambiando fluidos con otro chico, diría que era de la misma edad que Scott, pero no estaba seguro.

    Gritos de una fuerte voz se escucharon por toda la habitación, los dos cuerpos de adolescentes en desarrollo se exaltaron, Scott pudo jurar que casi se le sale el corazón, todo esto era mucho para unos jovenes de 14 años. Scott como puso se colocó su ropa, mientras que el otro se dedicaba a ver la estresante escena. Scott y su padre discutían, diciendo las cosas mas hirientes jamas escuchadas, su padre se sentía decepcionado y Scott de cierta manera avergonzado.

  
    Scott se encontraba en el gimnasio, el sudor caía por su frente, las venas sobresalientes en su frente y su agitada respiración hacían entender a externos que estaba molesto, cada vez golpeando con mas fuerza aquel saco de boxeo. Para ser honestos Scott estaba más irritado que molesto, lo que vio en la tarde lo hizo poner de mal humor, aquel tipo llevándose a Angelo como si fuera de su propiedad, Scott muy bien quien era aquel muchacho, y eso lo molestaba más.

    Ciertamente Scott desconocía la relación sanguínea entre estos dos, se cerró a la única idea de que eran algo mas allá de lo romántico, por ese motivo se encontraba ahí, descargándose su furia contra aquel objeto inerte. Sus nudillos se enrojecieron, en cualquier momento sangrarían, pero al joven no le importaba, quería y sabía que debía drenar su ira.

    Angelo se encontraba llorando frente a su hermano mayor, el mayor llevaba media hora interrogando al niño sobre Scott y al no tener una respuesta certera le propino algunos cuantos golpes, haciendo que el niño rompa en llanto por el dolor y el miedo. Si Scott se llegara a enterar de esta escena, sin duda perdería el control de la rabia.

    _Por ultima vez, Angelo, ¿Qué es lo que tienes con ese tipo?_ dijo Matias tomando con fuerza el mentón del menor, el contrarío se encontraba temblando, cualquiera que viera diría que estaba a punto de hacerse del baño ahí mismo.

    _É-el es solo m-mi a-amigo, Matias, lo juro_ dijo Angelo viendo a Matias desde abajo suplicante.

    _¡¿Desde cuándo tienes amigos?!, Angelo_ dijo Matias cegado por la rabia sin saber que sus palabras podían herir más al menor que cualquier golpe.

    Angelo lloraba, pero estaba de tristeza, se sentía mal, su hermano tenía razón, él no tenía amigos, no tenía a alguien en quien confiar, estaba solo y él lo sabía.

    Matias seguiría gritándole a Angelo de no ser porque sus padres habían llegado a la casa, Matias alarmado por esto se dirigió a su hermano menor.

    _Ve al baño y lávate el rostro, ¡Rápido!_ dijo Matias en tono demandante a Angelo, a lo que el menor hizo caso inmediato. Matias bajo a saludar a sus padres mientras Angelo estaba en el baño lavándose el rostro a la velocidad del rostro, si sis padres se enteran le iría peor.

    Cuando el menor terminó bajo para saludar a sus padres, y desde su espalda podía sentir la mirada de Matias, tan fría, tan rígida, tan amenazante...

    La noche llegó, Angelo estaba listo para irse a dormir pero su querer se vio interrumpido por el sonido de su celular, alguien le había escrito, suponiendo de quien se trataba, Angelo se apresuró a tomarlo y ver el mensaje, y justo como lo pensó era de Scott.

    _Hola, Angelo_

    _Holaa, Scott, ¿Cómo estás?_

    _Bien y tú?, te escribía porque te quería preguntar una cosa_

    _A veer, dime_

    A todo esto eran las 11:00 pm y Angelo ya debería estar durmiendo.

    _Quería saber si quisieras salir conmigo, un rato_

    Mariposas en el estómago, eso era lo que sentía Angelo en ese momento, tal vez Scott siente que está siendo un poco apresurado, pero no quería perder la oportunidad que tenía con aquel lindo niño de ojos color oliva.

    _Sii quiero, ¿Cuándo?_ Escribió Angelo sin pensar en las consecuencias de aceptar, pero se arrepentirá toda su vida si llegará a rechazar tal propuesta.

     _Pues hoy, pasaría por ti, ¿Te parece?_ dijo Scott dudoso de la respuesta del menor, sabía que era tarde y que lo más seguro es que el niño le diga que no, pero se le acaba de ocurrir tal plan.

    La mente de Angelo se volvió confusa, no sabía que hacer, sus padres ni en sueños le dejarían a esta hora.

    _Si quisiera, pero no creo que mis padres me dejen_ dejo Angelo con pesar, ademas de tenerle miedo a sus padres, también le tenía miedo a Scott.

    _¿Y si mejor no le dices a tus padres?_ sugirió Scott, se moría de ganas de ver al niño, su delicada figura, su regordetas manos con un cuidado impecable, sus lechosas mejillas y sus encantadores ojos, todo en él le encantaba.

    Angelo se quedó sin palabras, tenía miedo, su frente empezó a sudar y la adrenalina subía por todo su cuerpo.

    _Bueno, pero y si me descubren?_ dijo Angelo indeciso, de verdad quería ver a Scott.

    _No lo harán, te lo prometo, y si llega a pasar algo yo me haré cargo, confía en mí_

    Esta vez Angelo se sentía mas confiado y en un ataque de impulso acepto, su cuerpo temblaba y se sentía frío, para él la confianza había crecido un poco entre él y Scott por lo que le mando su ubicación real. Con rapidez se cambió su pijama mientras esperaba a Scott, no tardaría mucho, pues Scott no vivía tan lejos.

    Angelo estaba vestido con sus prendas favoritas, estaba perfumando y peinado, todo eso para Scott. El rato paso y por fin le llegó un mensaje de Scott avisándole que ya se encontraba afuera.

    Lentamente y con sigilo Angelo salió de aquel lugar, encontrándose con el rojo auto de Scott, este se encontraba afuera de él, recostado en ella con una sonrisa, vistiendo su tan icónica chaqueta de equipo de fútbol.

    _ Hola pequeño_ saluda Scott acercándose a Angelo para darle un delicado abrazo en forma de reencuentro.

El Prominente (gay)Where stories live. Discover now