Los días pasan, y se convierten en meses, posteriormente, los meses se convierten en años.
Y para nuestros protagonistas, habían pasado ya cuatro años en específico.
Un castaño ojos miel de 24 años se encontraba en el vestidor, con sudor en la frente, las manos temblándole y la respiración agitada, tenía un ataque de nervios.
¿Y por qué? Pues bien, era por el día, ya que aquel día, en específico, era especial para el.
Hoy por fin se casaría con el chico que consideraba el amor de su vida.
Y es que sí, tras cuatro hermosos y felices años de relación con Duxo, el azabache de ojos lila y sonrisa brillante, Aquino había decidido dar el siguiente paso, tomando valor y pidiéndole matrimonio por fin, de una manera verdaderamente cursi, o romántica, como quieran verlo.
Flashback:
—¿Loco? ¿Dónde mierda me trajiste, webón?
—Tú sólo quédate acá y no hagas nada.
—No me vayas a violar que te castro pendejo.
—Ya mierda, sólo haz caso Duxo.
Duxo iba a contestar algo, pero escuchó pasos alejarse, así que supuso que Locochón lo había dejado sólo, aunque no entendía ni el por que, pues se encontraba con una venda en los ojos, la cual no le permitía ver ni mierda, sólo esperó que no fuera alguna broma pesada de su amigo el furro.
De pronto, volvió a escuchar pasos, pero esta vez eran pasos acercándose, por lo cual se tensó, preparándose para salir corriendo ante la mínima señal de peligro.
Pero no pasó nada malo, sintió como alguien le quitaba lenta y cuidadosamente la venda de los ojos, los cuales abrió, y tras acostumbrarse a la luz del ambiente, miró a quien se encontraba al frente suyo, era Aquino.
—Mierda, pendejo, casi me da algo maldita sea.
—Perdón, pero era necesario.
—¿Necesario? ¿De qué chucha hablas?
Duxo no entendía nada, miró donde se encontraba, era el parque cercano a su casa, aunque éste se encontraba con adornos por todos lados, además de que Aquino también estaba diferente, pues se había vestido especialmente aquel día, llevaba unos pantalones de tela negros y una camisa color claro que resaltaba perfectamente sus ojos, se veía muy bien la verdad.
En conjunto, estos detalles hacían pensar a Duxo que estaba dentro de un sueño, miró a Aquino, e iba a decir algo, pero se quedó callado al ver como el castaño se arrodilló poco a poco frente a el. Su corazón empezó a latir rápidamente y los nervios surgieron en su interior. ¿Significaba lo que el creía?
—Duxo, sé que esto quizás es un poco repentino y todo pero... Como sabes, hoy es nuestro aniversario número 4.
El azabache asintió.
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⁕De Unα Bromα α Algo Mάs⁕ [Duxino]
Fanfiction▶ ¿Por qué no hacerle una broma a tu mejor amigo sobre volverse pareja, sólo para molestar? No es como que te gustara... ¿O sí? Da igual, una broma es sólo una broma de todos modos, ¿verdad? ◀