«Cᥙɩᑯᥲɾtᥱ»

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Después de la borrachera de anteayer, y la resaca del día anterior, nuestro Duxin ya se encontraba lo suficientemente animado para seguir haciendo las actividades de siempre, así que se levantó, y luego de realizar su aseo personal y cambiarse, ba...

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Después de la borrachera de anteayer, y la resaca del día anterior, nuestro Duxin ya se encontraba lo suficientemente animado para seguir haciendo las actividades de siempre, así que se levantó, y luego de realizar su aseo personal y cambiarse, bajó y fue en dirección a la cocina.

—¿Aquino?

Le pareció raro no encontrar al castaño ahí, ya que éste le había dicho la noche anterior que el haría el desayuno, y ya era muy tarde, casi las 11, Aquino no suele dormir tanto, por lo cual Duxo decidió buscarlo.

Se dirigió al cuarto del castaño, y cuando estuvo frente a la puerta tocó dos veces, pero nada.

—Quizás aún está dormido. Se dijo a sí mismo el azabache, aunque por si las dudas decidió tocar de nuevo, ésta vez un poco más fuerte.

—¡Pase! Se pudo escuchar la voz de Aquino, un poco ronca y rara a través de la puerta.

—Aquino, hola, ¿Está todo bien? Preguntó Duxo entrando y viendo a Aquino acostado en su cama, con la frazada y sábanas tiradas por un lado, una montaña de papeles arrugados en su mesita de noche y la nariz y cachetes rojos.

Pero sin duda, lo que más resaltaba, era que Aquino se encontraba con la polera medio subida hasta el pecho, por lo cual se podía ver claramente su abdomen medio marcado, Duxo se sonrojó al notarlo y volteó la mirada fingiendo no haber visto nada.

—D-Duxo, *¡Achú!*, creo que me enfermé. Le respondió luego de unos segundos el castaño, estornudando y tirando otro papel arrugado a la montaña que tenía acumulada.

—¿Crees? Webón te ves peor que la mierda, claro que te enfermaste.

Duxo suspiró y se acercó a Aquino tratando de ignorar sus nervios y tratando de evitar mirar donde no debía, para colocar una mano en la frente del menor y darse cuenta que definitivamente, éste se encontraba con fiebre.

—¿Cómo mierda terminaste así? Ayer estabas bien.

—Anoche me dio calor y decidí abrir la ventana, me quedé dormido y me destapé, *¡A-Achú!*, y como después al parecer hizo frío, pues me afectó.

—Pendejo, te dije que en éstas épocas hace frío de noche.

Duxo le pidió a Aquino que se levante para ponerse a acomodar las sábanas y la frazada del castaño, luego le dijo que se acuesta de nuevo y lo tapó.

—Pero Duxo, tengo calor⁓

—Que calor ni que nada, estás ardiendo en fiebre, iré a traer un paño húmedo o lo que sea, quédate así.

Aquino sólo atinó a quejarse mientras Duxo salía e iba a la puerta al fondo del pasillo (donde se encontraba la lavandería), se acercó al botiquín que había en un costado de la pared, sacó unas pastillas y salió de nuevo.

⁕De Unα Bromα α Algo Mάs⁕ [Duxino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora