«Loᥴᥲ ᥒoᥴᖾᥱ»

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Día 2 semana 3 (Cuatro días después de la pijamada)

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Día 2 semana 3 (Cuatro días después de la pijamada)

Aquino se encontraba en su habitación, hablando por llamada de discord con sus amigos Locochón y Soarinng, más que todo sobre como la estaba pasando en Lima y que planeaba para los próximos días.

Soarinng: Oye Aquino, ¿Duxo y tú ya se besaron o qué? 

Locochón: Estos para mi ya cacharon.

Aquino se sonrojó a más no poder y empezó a gritarles a sus amigos e insultarlos, ya saben, lo típico, mientras ellos sólo reían y se disculpaban en broma con el.

Aquino: Muy chistosita su broma.

Locochón: Ya perdón pe.

Soarinng: Bien que quisieras besarlo de verdad.

Aquino: ¡Soarinng!

Empezaron, así, a oírse insultos y risas otra vez, los cuales empezaron a molestar a un azabache que se encontraba en la habitación del costado.

—¿Qué tanto les pasa a esos webones? Dijo el mencionado azabache para después levantarse de su cama, harto por los gritos, e ir a la habitación de Aquino.

Entró y encontró a Aquino echado en su cama, aún insultando a sus amigos, de los cuales sólo se podían oír risas a través del celular.

—Oe mierda, ¿Qué tanto gritan? Dijo Duxo acercándose repentinamente a donde estaba Aquino con la intención de que lo escucharan también Locochón y Soarinng.

Soarinng: Nada, sólo estábamos molestando a tu novio.

Locochón: Buenos días al menos, ¿no?

Al escuchar a Soarinng, Duxo también se sonrojó y empezó a gritarle una barbaridad tras otra hasta que se cansaron.

Soarinng: Bueno, yo ya debo irme, los dejo para que hagan sus cosas.

Locochón: Si cachan pasan video.

Tras decir esto, ambos chicos salieron rápidamente de la llamada riendo, sin dar posibilidad siquiera a Duxo o a Aquino de volver a gritar o decir algo.

—Pendejos. Dijo luego de un rato el oji lila riendo.

Aquino también empezó a reír y ambos se quedaron así un momento, lo bueno es que se lo tomaron con gracia.

—Bueno, pues vamos a almorzar, ¿no? Dijo el castaño habiendo parado de reír ya, mirando al oji lila en espera de una respuesta.

—Sí, vamos, me cago de hambre.

Ambos chicos bajaron entonces y se sentaron para comer el almuerzo que habían pedido hace como ya media hora, como siempre, comieron hablando, riendo y diciendo pendejadas, así eran felices.

⁕De Unα Bromα α Algo Mάs⁕ [Duxino]Where stories live. Discover now