𝘱𝘢𝘱𝘪 𝘤𝘳𝘪𝘮𝘦┊KM.

XII

Sonrió al ver cómo un mensaje de Jimin aparecía en su teléfono.

¡Buenos días hyung!, espero haya despertado muy bien, es un bonito día no cree?.

Buenos días Jimin
No tan bonito como tú, pero si lo es.

Quisieras ir a almorzar algo hoy?.

Tengo clases :(
Aunque después estoy libre, usted está libre?.

Claro que sí bonito.
Dime a la hora que sales y paso a recogerte.

Salgo a las cinco
[Ubicación📍]
Para que no se pierda :)

Muchas gracias bonito.
Te estoy distrayendo de tus clases?.

No sé preocupe, aunque tendría que dejar el cel porque la maestra está por venir.
En fin, adiós hyung, tenga bonito día ;)

Sonrió al ver el mensaje, para luego apagar su celular y volver a lo que hacía.

Hasta que Wang interrumpió su paz.

— Jeoncito, ¿Cuáles son las buenas nuevas? — se sentó en la silla fumando un cigarro, viendo todas las fotos familiares que había en el escritorio. — wow, que lindas fotos.

— son recuerdos, siempre las veo para calmarme cuando estoy estresado — explicó. Wang agarro una muy bonita, dónde estaba él, con Jeongguk siendo unos críos y sus madres, a punto de entrar al jardín de infantes.

— esta es muy bonita, siempre recuerdo ese día — miraba la foto con nostalgia, pasando todos los recuerdos una y otra vez en su mente. — recuerdo que éramos unos diablillos, lo que tuvieron que soportar nuestras madres.

Dijo entre risas. Se detuvo al ver cómo Jeongguk miraba detenidamente una foto entre sus manos, con una sonrisa en su rostro y los ojitos llorosos.

— ¿Recuerdas cuando nos escapamos porque discutimos con nuestros padres y decidimos irnos a vivir vida de grandes? — comentó con gracia, Jackson rió.

— claro que sí, no alcanzamos a ir a la esquina que ya nos habían agarrado.

Tal vez solo estaba nostálgico, o tal solo quería volver a recordar los buenos momentos, volver a su sitio seguro.

— extraño como eran las cosas antes, ahora todo es una mierda — tiró las fotos al escritorio y las guardó en el cajón que este tenía, soltando un suspiro. — ¿A qué vienes?.

Jackson tragó saliva, viendo el repentino cambio de humor brusco de Jeongguk.

— no mataremos a Park. Quiero que sufra, que pague por cada cosa que hizo. Creo que unos jueguitos antes de morir no le va a afectar en nada, cierto?.

— claro que no, yo también quiero que sufra. Aunque hubiese estado mejor haber matado al bastardo de su hermano.

— no te lo niego, pero creo que con usarlo como una rarita de laboratorio a Park, nos desquitaremos. Confía en el proceso conejillo.

Jeongguk rodeó los ojos.

— gracias a dios hemos salido antes, ya estaba harto de escuchar al de química — Jimin rió, colocándose una sudadera negra.

— concuerdo contigo Tae, ese señor es insoportable — pensaba mientras miraba el suelo al caminar. Alzó su cabeza y habló. — oye Tae, anoche mamá me mandó un mensaje..

— ¿Tu madre, esa arpía? ¿Qué te ha dicho? Quiero reirme un momento.

— pues.. que me extrañan mucho y que con papá no han dejado de buscarme, que donde sea que esté que regrese a casa. Al parecer les hago falta — comentó algo animado, Taehyung lo miraba confuso.

— eso son solo mentiras. Si te extraran no hubiesen echo lo que hicieron. Son solo unos bastardos minnie, no creas eso — lo vió y vio a Jimin desilucionado. Soltó un suspiro. — ¿Tú también quieres verlos no? ¿También los extrañas?.

Jimin asintió. Taehyung suspiró.

— está bien Minnie, si tú quieres y te hace bien, está bien. No te obligaré a hacer algo que no quieras. Solo recuerda porfavor enviarme mensajes en todo momento, tu ubicación y que es lo que pase. Perdona, pero no me fío de tu padre.

Jimin asintió contento y le regaló un beso en su mejilla junto con un abrazo, para después ir casi que corriendo hacia su casa.

Taehyung veía su figura desaparecer cada vez más, con una sonrisa y sus mejillas sonrojadas.

Cuando llegó y estuvo alfrente de la puerta, con una sonrisa suspiró sintiendo su corazón latir fuerte. Agarró la manija de la puerta y la abrió, dando unos pasos adentro.

Su caminar se vio interrumpido al sentir una mano agarrar con fuerza su cintura. Quiso deshacerse del agarre, pero rápidamente un pañuelo inundado en alcohol sobre su nariz lo dejo inconsciente.

Todo se veía negro.