Hanako Kaze [Boku no hero academia]

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El exámen final me tomó por sorpresa, lo había olvidado por completo después de todo lo que había pasado durante el último tiempo. Aizawa-san dijo que podía eximir el exámen ya que tenía razones, pero sinceramente no quise, prefería hacerlo aunque no estuviera preparada. Acabé haciendo equipo con Ochako y debíamos  enfrentarnos a la maestra Trece. Todos mis compañeros pasaron antes y uno que otro no logró pasarlo, incluido Kirishima, sentí un poco de pena por él.

Hasta ese momento, nunca había pensado en el buen equipo que podríamos ser sólo Ochako y yo, teníamos algo de experiencia del festival deportivo cuando hicimos equipo con Midoriya-kun y Tokoyami-kun. Al comenzar, Trece nos atacó directamente con su agujero negro y tuvimos que resguardarnos detrás de un muro.

— .... ¿Qué haría Deku-kun en mi situación? — Murmuraba Ochako pensando en alguna estrategia, me sorprendió oír la mención al discípulo de All Might.

— ¿Por qué piensas en Midoriya-kun? — Pregunté intrigada.

Uraraka al verse sorprendida, se sonrojó y entonces comprendí de inmediato. Ochako se sentía atraída por Midoriya-kun y me sentí una tonta por no haberme dado cuenta antes, era muy obvia. Sonreí, feliz por lo que podían llegar a ser en el futuro si es que eran correspondidos.

— N-no es nada, no malpienses... — Chilló por completo roja. — ¡Hana-chan, deja de verme así!

— Está bien que sientas algo por él. — La tranquilicé. — Es un buen chico, lo entiendo.

Uraraka se cubrió el rostro avergonzada y pareció tener un pensamiento fugaz que consideró como algo importante.

— ¿A ti te gusta alguien? — Su pregunta también me tomó por sorpresa, era un giro inesperado. — Porque si lo entiendes, debe haber alguien...

— No lo creo. — Confesé interrumpiendola, aunque sí llegó un nombre a mi cabeza. — No creo ser apta para sentir algo así.

— Hana-chan... — Susurró Ochako alcanzando mi mano y regalandome una sonrisa que logró cierta calidez en mi pecho. — Todos necesitan sentir algo, no sé porque piensas que tú no, pero creo que te lo mereces, porque es un sentimiento que logra hacernos las personas más felices del mundo.

Sus palabras se repitieron un par de veces en mi mente, sabía que tenía razón, pero al pensar en cómo me criaron hizo que sintiera una punzada de culpa. No quería que un chico definiera mi futuro y realmente no sabía si había otra manera de vivirlo, desde que papá entró al hospital mamá se había quebrado por completo y se obligó a hacer cosas que nunca antes pensó en hacer, como trabajar o enviar a su hija menor a una escuela pública siendo que a mi me educó en casa.

— No conozco nada sobre el amor. — Murmuré bajito. Ochako suspiró, seguramente pensando que he vivido bajo una roca toda mi vida, lo cual parecía ser lo más cercano a la realidad.

— Me encargaré de enseñarte todo lo que sé, después de todo somos amigas.

Sonreí y me sonrió de vuelta. Una pizca de seguridad apareció en mí, aunque nuestro momento se vio interrumpido por Trece que apareció sobre el muro, nos veía curiosa, al parecer había oído cada palabra. Ochako y yo gritamos asustadas y corrimos en direcciones opuestas, al tener a Trece en medio de ambas, ella no sabía a quién dirigir sus ataques.

— ¡Hana-chan, arriba! — Chilló Uraraka corriendo hacía mí esquivando apenas a la heroína profesional.

Rápidamente entendí el plan, hice aparecer mis alas y atrapé a Uraraka en el acto, trece también se elevó creando agujeros negros apuntando hacía abajo. Ochako activó su don y muchos escombros comenzaron a ascender desde el suelo sin que Trece los viera, al llegar al cielo, nos cubrí con un campo de fuerza y Uraraka soltó los escombros que arrastraron a Trece empujándola sin permitirle hacer algo al respecto, varios escombros chocaron sobre el escudo que teníamos y al caer todos, lo deshice.