12

45 10 6
                                    

Aria

Las puertas del elevador se abren, doy unos cuantos pasos, pero me detengo al sentir un toque delicado en mí brazo, giro mi cuerpo, es Evan.

—¿Estarás bien?—Pregunta, creo que mí reacción de hace rato lo dejó preocupado.

Esbozo una sonrisa—Estaré bien.

Asiente, no luce muy convencido con mí respuesta—Gracias por todo—En su rostro se dibuja una media sonrisa—Pasé un rato agradable—Hace una pausa—Si me necesitas, ya sabes donde encontrarme.

Me abro paso en los pasillos, encontrandome con algunas personas de la fiesta.

—¡Eres un increíble!—Un programador junior choca los cinco conmigo.

Bien, si no puedo con ellos, entonces me les uniré y aprovecharé mis cinco minutos de fama.

Katsumi está trabajando en la beta de nuestro próximo videojuego, le extiendo el café y ella alza su cabeza.

—¿Cómo vas con eso?

—No mentiré, es un dolor de cabeza—Recibe el café haciendo un gesto de agradecimiento—Pero sobreviviré—Procede a darle un sorbo al café.

Otros compañeros de trabajo cerca de Katsumi me observan sin disimular, ella lo percibe.

—¿Cómo vas llevando el día?—Pregunta.

—Supongo que aprovecharé mis cinco minutos de fama—Digo resignada.

Kat agita sus hombros divertida—¡Esa es la actitud chica! Ya verás…—Teclea un código en la computadora—En unos días surgirá un nuevo rumor y todos olvidarán que existes.

Hay mucho frío aquí, me cruzo de brazos.

—¿Mientras espero?—Inquiero.

—Conformate con ser noticia.

Me desinflo.

“Wow, qué consuelo”.

—¿Ya desayunaste?

Asiento—Salí con Evan.

Katsumi deja de teclear por un momento y me mira desconcertada.

—¿Qué?

Ella enarca una ceja divertida—¿Cómo lo lograste?

Confundida, alzo mis manos—¿Lograr qué?

—Sacar a Evan del estudio.

Froto mi barbilla con los dedos, quedándome pensativa, Katsumi por su parte hace pequeños giros con su silla, esperando por mí respuesta.

—Creo que fui muy insistente—Digo finalmente.

—Sí, seguro que sí. Puede llegar a ser un poco workalcoholic si se lo propone. Aunque...—Me observa por unos segundos, sopesando lo que estaba a punto de decir—Nada.

—¿Tenía que ver conmigo?

Los ojos de Katsumi van de mí a la pantalla que tiene al frente—Eh…

—Sólo dilo.

Suspira—Bien… Me parece que tu también eres un poco workalcoholic.

—¿Yo?

—Claro, si no estás programando, diseñas en arte conceptual o construyes una narrativa para la historia y si te queda tiempo también haces parte de las pruebas. A lo que me refiero es que ¿No te cansas?

—Es que me gusta lo que hago—Digo apenada.

—Y no está mal, en absoluto. Sólo digo que deberías motivarte a hacer cosas diferentes.

Empezar otra vezWhere stories live. Discover now