Capitulo 40

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El teléfono asia eco con su sonido, Ya era lunes, me encontraba en mi oficina revisando toda los papeles en el que hoy me tocaba trabajar, no era fácil, estuve fuera 15 días, y había muchas cosas que no encajaban con las cuentas.

—¿Si?.—agarre el teléfono, en sonido me extresaba.

—Hola,dulzura ¿donde estas?.—cuando escuche la voz de Edi, me tranquilize un poco.

—Y usted de donde se reporta.—deje los papeles en la mesa, para recostarme en la silla.—Señor perdido.

Escuche una leve sonrisa al otro lado de la línea, e hablado mucho con Dav, pero nada con edi, el siempre anda perdido.

—Prometo que te contaré donde estado,—expreso suspirando.—Me dijo Dav, que vendrías estas noche.

—Tenemos muchas cosas que hablar.—cerre los ojos un rato.—Así que esta noche hablaremos de todo lo que sabes hasta ahora.

Otro suspiro salió de sus labios, una leve golpe iso que abriera los ojos, mirando entrar por la puerta a Dave, llevaba su traje de siempre, y con una sonrisa juguetona ingreso a la oficina.

—Si te soy sincero, esto va más allá que solo mafiosos Eli.—hablo un poco agitado, de pronto parecía que estaba corriendo.—¡Hablamos en la casa dulzura!¡Te quiero!.

—¡No! ¡Espera!,¡¿Que pasa?!¡EDISON!.—me levante del asiento, su voz se volvió más agitada, la preocupación se sintió en mu cuerpo.

Mire unos segundos más mi celular, sentido como Dave se sienta frente a mi.

—Era tu amigo.—alze la mirada y mire su rostro, su mirada era seria. No entendí como es que este hombre puede cambiar rápido de actitud.

—Si.

—No me gusta que hables con ellos.—decreto dejándome helada en mi lugar.—No son de mi agrado.

—Pero si son el mio.—se levanto estampado su mano en la mesa, con un golpe fuerte,—Dave, son mis amigos.

—Eso no les da derecho de tratarte como..

—¿Como una que?..Dilo, no te quedes callado Dave.—era muy bonito para ser verdad,—Solo Dilo.

—No iba decir nada de malo.—me mira a los ojos.—Como una mujer libre, como una mujer que no tiene que pedir permiso a nadie para hacer lo que quiere.

—Yo hago lo que quiero Dave, nadie, nadie me dice que es lo que pueda hacer.—me acerque un poco a él, eramos diferentes si, ha veces parecía que yo era un poco orgullosa.

—No quiero impedirte nada Beth,—despacio poso sus manos en mi cadera.—Solo, quisiera que me contarás que pasa contigo.

—Dave..—negué con la cabeza.

—Porfavor, si me tengo que llevar con ellos para saber que pasa contigo, lo voy a hacer.—su toque en mis mejillas se iso que suspirara —Solo quiero que esos ojos dejen de ser tan oscuros como los veo ahora.

Mire los ojos verdes que con el sol se iso más hermoso, su cuerpo era tan diferente al mío, era tan cálido.

—Cuanto pagaría por verlos llevarse.—cambie de tema,—Ustedes son el agua y aceite. No se mezclan.

—A mi no me importa.—acaricio su nariz con la mía.—Te quiero besar.

Hizo que mi cuerpo se estremecerse, mi corazón  palpito fuertemente.

—¿Que te detiene?.—murmure anelando sus labios.

—Pidemelo.—susurro en mi odio.

—Dave...

Estrella AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora