Nota de Autor:
Referencia a como se ven Lo'ak y Kiri en su versión humana, para el libro:═.☆.══════ .☆. ══════ .☆.═
Ao'nung veía como empezaba a atardecer, mientras que Neteyam miraba por su ventana de forma tranquila y callada.
El morenito se veía bastante concentrado y perdido en su mente a un lado suyo, con los pies cruzados (en pose de indio) sobre el asiento, dejando sus pequeñas manos sobre sus tobillos.
Hace casi una hora ya que estaba así, pensativo. Cosa que le causaba mucha curiosidad, pero no había preguntado hasta no ver que estaban en su primer destino.
Illinois: Chicago
── ¿en que piensas Net? ── se atrevió a preguntar, mirándole de reojo en espera de respuesta. Pero nada ── ¿Neteyam? ── volvió a tratar, notando el nivel de distracción que este tenía en aquel momento.
Le nombró un par de veces más, antes de resoplar con inquietud y acercar su mano a este, pellizcandole suavemente la cintura.
── ¡Pip-! ── se sobresalto este de inmediato, dando un pequeño salto y girandose a mirarle, rojo ── ¡oye! ── chillo, provocando que no pudiera evitar reír a carcajada suelta, mirando al camino en un intento de no desviarse o ir a doblar mal por estarse riendo ── ¿que te pasa pendejo? ── se quejó haciendo una mueca linda de puchero, sobandose donde le pellizco.
── Dios mio ── murmuró, suspirando lento en un intento de calmar su risa. Esa reacción había sido jodidamente adorable y divertida ── ¿esta muy lejos ese planeta o ya aterrizaste devuelta conmigo? ── le preguntó con una sonrisa, empezando a salir de la calle para dirigirse hacia una zona verde, cercana a una de las orillas más bonitas del enorme lago: Michigan
── ¿planeta...? ── murmuró este confundido, antes de captar su pregunta y ponerse bastante nervioso ── ya estoy aquí... ── murmuró de forma linda y queda. Como si fuese un niño regañado. Aquello le sacó más risas.
YOU ARE READING
Después de Ti
Fanfiction- ¿alguna vez te haz preguntado que diferencia la alegría de la felicidad? - preguntó aquella vez. siendo curioso, apasionado y único, como siempre lo sabía ser. - no realmente - murmuró, admirandolo como la más preciosa joya o la mejor bendición...