Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
-
Acabas de prepararte para el baile de Navidad, tu cabello recogido en un moño muy cuidado (que odiabas pero era necesario) y un hermoso vestido rojo que tu madre te envió para la ocasión.
Un corte que mostraba tus gracias muy bien, el vestido se ajustaba perfectamente a tu cuerpo mientras alisabas la tela, mirándote en el espejo. Pensando en tu cita, Ron.
Estabas emocionado, demasiado emocionado .
No pudiste evitar colarte en el dormitorio de los chicos para verlo, se suponía que te encontraría en la fiesta, pero oh, las reglas y cómo no te importan menos.
Saliste de tu dormitorio y seguiste tu camino para ver a Ron.
Entraste, considerando que llegabas tarde. Los dos encontraron a Ron parado allí y mirándose en el espejo.
-Maldita sea, me veo atroz- lo escuchaste decir, viste la túnica de gala que llevaba puesta. El gorro verde que Harry de hecho tenía justo encima combinaba con sus ojos, o al menos resaltaba el azul en ellos maravillosamente.
Ron no se dio cuenta de que estabas parado allí antes de que sus ojos se movieran lo suficiente para verte, y se giró rápidamente para encontrarte.
-¡Ron, te ves tan lindo!- dijiste, demostrando que su punto estaba completamente equivocado. -Angélico, más bien-. Dijiste, notando lo aturdido que estaba.
Se puso rojo, muy rojo. Su rostro y orejas eran un tono complementario a su cabello, probablemente podría desmayarse por ti. Llamarlo bonito cuando usted mismo se ve absolutamente impresionante lo hizo corto circuito, completamente sin palabras y con las rodillas tambaleantes.
Caminaste un poco más cerca para arreglar su bonete, sus ojos azules fijos en los tuyos. Todavía esa mirada atónita en su hermoso rostro. -Eso es mejor- Dijiste, sonriendo. -¿Ron?- Pusiste tus manos en su pecho, Ron siempre fue tímido y siempre actuaba como si nunca lo felicitaras, nunca.
Adorabas eso de él, pero tenías mucho miedo de que se desmayara por la fiebre.
-Te ves- uhm-. Empezó, sus palabras un desastre.
-Te ves... maldita sea... perfecta-. Exhaló mientras te reías del chico frente a ti.
-Gracias, Ronnie- Te inclinaste y besaste sus labios suavemente, alejándote lo suficiente para que él te mirara con asombro. Sin embargo, te emocionaste para ponerlo nervioso toda la noche, con la precaución de que no se desmayara ni nada.
