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—Oh, Ron!— el gemido se escapó de mi boca antes de que pudiera procesar las palabras y jadeé cuando las palabras salieron de mi boca.
Las manos de Ron estaban apretando mis senos, pero cuando las palabras salieron de mi boca, levantó la mano, solo para golpearla nuevamente sobre la piel sensible.
—¿Qué dijiste?— Inclinó la cabeza hacia un lado mientras me daba una sonrisa burlona y yo gemía mientras continuaba moviendo mis caderas contra su muslo.
—Oh papi.— Lo miré a través de mis pestañas y dejó escapar un gemido bajo.
—Eso no es lo que dijiste, pero suenas tan sexy llamándome así.— Sus manos estaban de vuelta en mis senos, jugueteando con mi pezón entre el pulgar y el índice.
—Gracias papi.— Dejó caer la cabeza hacia atrás mientras gemía y comencé a mover mis caderas más rápido cuando pude sentir un calor burbujeante formándose en mi barriga.
—¿Qué pasa, ángel?—preguntó —¿te estás acercando?— Asentí con la cabeza y le gemí mientras movía mis manos para agarrar sus muñecas.
—Córrete en el muslo de papi, princesa.— su voz era suave y cuando dejé escapar un grito ahogado, sintiéndome caer al borde, apartó la mano de mi pezón y la llevó a mi boca. Mis gemidos fueron ahogados por sus dedos cuando comencé a chuparlos y morder las puntas de sus dedos.
—Oh, cariño.— gimió, —eres muy buena para papi—. Mis caderas comenzaron a disminuir la velocidad cuando cerré los ojos con fuerza y sentí que mis piernas temblaban alrededor de los muslos de Ron.
—Mira el desastre que hiciste en mi muslo ángel— bromeó, bajando la otra mano a su muslo para pasar la humedad que había creado. Dejé escapar un gemido y él dejó escapar un gemido ahogado por la vibración en sus dedos.
—Qué puta tan desordenada, ¿no? Cabalgando el muslo de papi como una putita para correrte— chasqueó la lengua y sacudió la cabeza juguetonamente antes de mover su mano para colocar un ligero golpe en mi trasero
—Ahora sé una buena chica y ponte de rodillas para mí, está bien?—
