La fiesta es en una de las salas de eventos del campus y digo una, porque según lo que Olivia menciona, al parecer hay más de cuatro... interesante, pienso. Al llegar la música aborda mis oídos al completo y las luces repliegan contra mis pupilas dilatándolas en segundos. A la entrada una chica morena muy guapa nos da la bienvenida y nos amarra una pulsera de color verde neón en la muñeca para indicar que somos mayores de edad y podemos tomar licor... interesante, vuelvo a pensar. En el interior del salón hay muchos estudiantes, tantos que no sé de dónde han salido, pues estos días no había visto ni a la mitad de los que ahora están aquí bailando, cantando y pasándola, al parecer en grande. El salón se encuentra decorado con muchos globos neón, hay una tarima en el fondo con un DJ tocando a tope y una barra para pedir bebidas.-¡Qué guay Tía, esta fiesta está de locos! Estoy flipando. -Dice Olivia dando saltitos de alegría.
-Ya.. está, interesante. -Digo un poco muy agobiada por la música y por la cantidad de gente extraña a mi alrededor.
-No seas aburrida Em, vamos por unos chupitos y a ¡¡BAILAR!!
-Mejor no Oli. Por ahora aquí estoy bien...
-Vale, como quieras, yo te dejo.
-Bye.
-Bye.
En consecuencia me quedo sola, contemplando la inmensidad de la noche por un ventanal enorme, perdida por su oscuridad y la belleza de la luna menguante que por más de que está sola nunca deja de brillar. ☾ Y así sin más, de un momento a otro lo escucho y se me olvida respirar; Con el corazón latiendo a mil por segundo, giro mi cabeza hacia el escenario a ver de dónde proviene esa voz y lo veo, tan él, con esa sonrisa tan suya, con esa voz tan hipnótica que detiene el tiempo y con esos ojos negros tan misteriosos que levantan en mi todo tipo de curiosidad. Su pelo largo y oscuro se mece con su cuerpo mientras canta y baila, ¿Reggaetón? Y yo me quedo allí simplemente escuchándolo, viéndolo y levitando en una clase de embrujo hasta que termina su presentación y baja del escenario. Todo en el es oscuro, emanando un enigma por resolver, deseo hacerlo, seguirlo y preguntarle su nombre, pero la ansiedad me gana y mis pies no se mueven de su sitio, así que antes de que me de cuenta ya lo he perdido entre la multitud. Intento respirar hondo y tranquilizarme, nunca nadie me había causado una atracción tan fuerte sin ni siquiera hablar conmigo, mirarme o peor aún tenerle siquiera cerca. ¿Me estaba empezando a enloquecer? Vuelvo a respirar y decido ir por algo de tomar, "de seguro algo de alcohol en mis venas me ayuden a relajarme", pienso y me pongo en marcha. En la barra me decanto por una piña colada, e inconscientemente lo sigo buscando por todas partes.
YOU ARE READING
Mi Primera Vez
Teen Fiction¿Ya diste tú primer beso? ¿Ya tuviste tú primera cita? ¿Ya tuviste tú primer novio? Todas estas preguntas suelen hacérselas a Emma constantemente y la respuesta es un rotundo NO. Porque a sus 19 años sufre de ansiedad social, un temor intenso y pers...