love stories x la scaloneta [+18]

8. enzo fernández

advertencia: +18.

Era una noche de verano cualquiera. Vos y un grupo de amigos y conocidos se fueron a tomar unas copas a un bar muy relevante en la ciudad, el cual siempre está muy concurrido. Entre estas personas estaba Enzo, con quien habías tenido varios encuentros en secreto, pero para todo el mundo solo tenían una relación de amistad común y corriente. Ni bien llegaron los guiaron a la mesa que tenían reservada en una parte más exclusiva del lugar y ahí se acomodaron. 

Enzo se había sentado frente a vos. Nada más pedir la primera tanda de alcohol de la noche, empezó a hacerte señas con la cabeza de que te sentaras al lado suyo. Esto porque justo había un asiento vacío, ya que uno del grupo se había bajado a últmo momento. Vos le decías que no, la verdad era que se la había pasado mirándote toda la noche y no sabías si ibas a poder bancarte estar al lado suyo fingiendo que no pasaba nada entre ustedes.

Entre lo que tomaban, la iluminación escasa y la música fuerte todos se pusieron en un muy buen punto. La gente había empezado a bailar y vos estabas cada vez más deshinibida, ya no estabas tan tensa como cuando llegaron, mientras que los chicos seguían charlando de cualquier cosa y jodiendo entre ellos sin intenciones de irse.

— Che, qué raro que este no está bailando por allá con alguna, me extraña —tiró Leandro en referencia a Enzo, lo cual hizo que todos se rieran, y vos también pero un poco más incómoda.

— Bue, ¿qué decía? —se quejó él, negando con la cabeza— No tengo ganas de eso ahora.

— Debe estar enamorado o algo, te lo firmo donde quieras —opinaba Julián, quien estaba sentado al lado tuyo, y te dio un pequeño codazo esperando que le des la razón para seguirle la corriente.

— ¿Te parece, Juli? —fue lo único que se te ocurrió contestar.

— Más vale —siguió— Cuando este se engancha, se engancha. Sino no lo tendríamos acá sentado, olvidate.

— Puede ser, eh —dijo Emiliano, sumándose a esta dinámica de tomarlo de punto para molestarlo— Disfrutemos su presencia mientras dure.

Enzo los escuchaba y se aguantaba la risa mientras tomaba cerveza. Dejó el vaso en la mesa y se relamió los labios mientras volvía a clavar la mirada en tus ojos. Ya habías perdido la cuenta de la cantidad de veces que te había hecho lo mismo, te daba bronca que esté tan bueno y abusara de eso. 

— Y mirá, puede ser que tengas razón —dijo después de todo, tratando de poner un tono más serio, pero sin dejar de verte— Pero se me hace la difícil.