love stories x la scaloneta [+18]

4. enzo fernández

advertencia: +18.

Se trataba de un día de semana como cualquier otro. Después de cumplir todas tus responsabilidades te fuiste al entrenar al gimnasio, ya que hace varios meses atrás decidiste empezar a hacer esta actividad física. No eras una experta, aún te quedaba bastante por mejorar, pero no podías negar que tu cuerpo había empezado a tonificarse y estabas muy satisfecha por ver estos resultados.

En esta ocasión te tocaba ejercitar las piernas, así que ni bien llegaste al lugar te fuiste a hacer un poco de cinta para entrar en calor. La música que pasaban ahí estaba bien, pero siempre llevabas tus auriculares inalámbricos. Total, siempre entrenabas sola y no necesitabas hablar con nadie, era tu momento para desconectarte. 

Mientras seguías entrando en calor, viste que a lo lejos estaba Enzo, Enzo Fernández. Lo conocías solamente porque cuando te inscribiste en este gimnasio él ya estaba desde el primer día, además el cuerpo que tiene indica que probablemente se ejercita hace mucho tiempo. Iban prácticamente al mismo horario, salvo contadas excepciones, que era alrededor de las 8 de la noche. Nunca hablaste con él porque siempre está con su grupito de amigos, entrena siempre con ellos y se ayudan entre sí. Hacen una rutina mucho más densa que la tuya, levantan pesos elevados y se sobreexigen bastante, así que formaban una especie de burbuja. 

Obviamente vos ya le habías echado el ojo más de una vez, era imposible no mirarlo. Aparte de la tremenda sonrisa que tiene, era muy tentador mirar cómo trabajaba los brazos con las mancuernas y cómo se le pegaba la camiseta con la transpiración, cosa que dejaba ver lo marcado que estaba en la zona del abdomen y pecho. Siempre disimulaste bastante porque no querías quedar en evidencia, pero era probable que no fueras la primera ni la última mina en fijarse tanto en Enzo, así que no le diste más relevancia que esa. 

Cuando te diste cuenta de que ya era momento de empezar con tu rutina, dejaste de correr y tomaste un poco de agua para refrescarte. Entrenar en verano no te gustaba mucho porque sudar es muy fácil, pero no quedaba de otra, al fin y al cabo a todos les pasaba lo mismo. Por suerte te avivaste y te llevaste un top deportivo abajo de la remera, así que te la sacaste para estar más cómoda. 

Ya que el primer ejercicio que te tocaba hacer eran las estocadas con mancuernas, fuiste a buscarlas a la zona donde está todo el equipamiento de este estilo. Miraste entre las más chicas (dado que no usas un gran peso todavía) pero no encontraste las que necesitabas. A esa hora el gimnasio estaba lleno de gente así que era normal que fuera un desastre, pero qué bronca tener que esperar a que las dejen de usar. Cuando te estabas por ir, alguien te toca el hombro.