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INNOCENCE. ( LIBRO UNO. )
— Duele caminar con esto, ¿sabes? — dijo Jade soltando una risita mientras caminaba con las muletas al salir del auto.
Louis cerró la puerta del auto y se acercó rápidamente hacia Jade para que no se cayera, el castaño miró la casa mientras ella seguía acercándose a la puerta, hace un par de años no venía, y la extrañaba. Esperaba que la madre de Jade lo reconociera.
— ¿Jade? — dijo la Norma abriendo la puerta, al ver la situación de su hija salió preocupada.
— Hola, mami — dijo ella tímida dejando de caminar. Norma corrió hasta su hija y colocó sus manos en jarra.
— ¿Qué te ocurrió, Amelia? ¿Otra vez jugaste con los niños en el parque? — cuestionó en regaño.
— Bueno...
— Fue mi culpa, señora — dijo Louis con una sonrisa poniéndose al lado de Jade. Norma entrecerró los ojos.
— ¿Te conozco? — dijo confundida alzando una ceja.
— Soy Louis Tomlinson. Fui mejor amigo de Skyller desde el kinder, creo que me recuerda — se rascó la nuca nervioso. Norma segundos después ya estaba abrazando con nostalgia y alegría al chico.
Se separaron. — Oh, muchacho. No sabes cuanto te extrañé, ¿quieres pasar? — él negó sonriéndole amable.
— No, gracias señora. Ya debo irme a casa. Le dije a mi madre que iría temprano luego de dejar a Jade — ella asintió. — Oh, Jade. Tu pastel, casi lo olvido — corrió hasta el auto y abrió la puerta, luego sacó un trozo de pastel de cumpleaños en una taza, se la entregó a su madre y sonrió yendo hasta Jade. — Vendré a buscarte en la tarde para ir a la casa de Perrie, ¿bien? Pasaras todo el día con tu madre ya que es Navidad — ella asintió.
— Gracias, Lou — dijo riendo. Besó su frente tiernamente. Luego se fue alejando hasta su auto. — ¡Adiós!
Louis sonrió en forma de despedida. Cuando se aseguró que las dos entraron aceleró vía a su casa.
