Capítulo 35: Bienvenido al club de la muerte

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Durante el alba del día siguiente, lo primero que se escuchaba en Heaven Grim, era el alboroto creado por los canales televisivos que cubrían al pueblo, hasta los de pueblos vecinos y ciudades. Sin mencionar las redes sociales, que como siempre cumplieron con su masiva difusión.



La repercusión que tuvo la fuga de Chase Benson era enorme. Huir luego de declarase culpable en un tweet, junto con las pruebas necesarias de sus actos: una grabación de voz, los numerosos videos de todo lo que había hecho, su concreta participación como organizador y líder de la banda que él y sus compañeros tenían dedicada al tráfico de pornografía infantil, a más de eso, las cintas de violación de las que nadie esperó una existencia real. Todos sabían ya, que Chase Benson, hijo del alcalde Erick Benson, había abusado de jovencitas en estado inconsciente, lo más probable, estando drogadas.



El tweet que se volvió tendencia de odio e imperdonable, decía: -"Yo Chase Benson, me declaro culpable de todo los cargos antes acusados en mi contra. Siento mucho haber causado tanto dolor y desdicha en las personas que ultrajé, incluidas sus familias. Las pruebas necesarias fueron entregadas a la comisaria del pueblo, con eso no quedarán dudas de que soy un monstruo, si es que no el peor jamás conocido. No merezco el perdón de ninguno, ni lo espero. Solo me atengo a que puedan algún día conseguir paz en el mundo espantoso al que los condené".

El caso de Chase era el acto más grande de depravación cometido en tota la ciudad de Connecticut, uno de los más grande del país, y uno jamás escuchado en el pueblo de Heaven Grim. La inmortalidad que recibiría sería inevitable, un joven de diecisiete años, hijo de un alcalde, que cometió tantos actos repugnantes e inicuos; nadie olvidaría eso, sobre todo sus víctimas (más de treinta chicas diferentes, incluidos los cinco casos de violación). El lamentable cometido dejaría una marca imborrable en el pueblo, que para las generaciones futuras sólo causaría estremecimientos de terror.



Más tarde, Deborah, Chris y Angela, fueron llamados a la delegación con el requerido permiso de sus padres. Esta vez se los necesitaba por un tema distinto, la fuga de Chase. Pero solo era rutinario, por si ellos tenían alguna información valiosa del caso o de dónde podía haber huido. Cuestiones que deberían hacerle a sus padres y familiares más cercanos, no a ellos. No tenía sentido.



Los tres fueron interrogados por un mismo policía, aquel joven y apuesto, que los había atendido anoche en casa de Deborah. Decidieron dejar fuera del juego al Oficial Mayor, Carlos Benson.



-¡Buenos días, Señorita Smith! -La modestia en el Oficial Banner era muy placentera.



-¡Buen día! -relajó Angela su cuerpo sobre la silla-. Un gusto volverlo a ver -agregó con un semblante que no encajaba con sus palabras. Parecía molesta.



-El gusto es mío. -No le era difícil sonreír-. Pero no es momento de gustos -aclaró.



-¿Y por qué no?



-¿Donde estuvo la noche de ayer? -eludió el Oficial la imprudente cuestión.



-Eso usted ya lo sabe, podría avanzar a la siguiente pregunta. -Hasta la petulancia en Angela era hermosa y dulce.



-Necesito que me responda -enserió el Oficial Banner.



-¡Bien! La noche de ayer estuve en casa de mi amiga Deborah Santini, llegué junto a Daniel Stoker y Chris Corewell, alrededor de las ocho. -Se detuvo a pensar con sarcasmo el relato de su ayer-. Tuvimos una noche de pijamas... por cierto, John Stevens ya se encontraba ahí.



-¿Cuándo fue la última vez que vio a Chase Benson? -preguntó ésta vez el Oficial, investigando con su detenida mirada las facciones en Angela.

LO MEJOR ES CALLAR: Deseo de Justicia [REEDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora