Capítulo 32: Aciertos inciertos

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Para bien o para mal, Daniel había llegado a los chicos por una simple razón, el amor que empezaba a crecer en su interior, por él arrogante y prepotente Chris Corewell. Daniel, como un joven no tan temerario del peligro, podría crear una ventaja o desventaja para ellos, aunque la desventaja en tal caso, repercudían en sí mismo. Corría el riesgo de ser una víctima más del impulsivo e inescrupuloso Misterioso.



Nadie se había hecho las preguntas exactas del porqué Chase había quedado en libertad. Cómo que tal, si los videos de él jamás llegaron a la estación de la policía. Así lo dijo Daniel ante los chicos.



-Pero ¿cómo? -cuestionó Chris a su teoría de que los videos de Chase nunca fueron encontrados.



-Sí, Daniel. No tiene mucho sentido lo que dices -secundó Angela a Chris con exasperada risa.



La tarde del día era bella de apreciar, como para escuchar noticias amargas. Si el sol aparecía enorme y sonriente, brindando unos fuertes rayos ultravioletas que te hacían masoquista de sí; los chicos veían con tristeza como detenidamente se tornaba sin brillo y eclipsado, porque, aunque quemara y a veces molestara, era fortuito contemplarlo.



Si las nubes eran tan marcadas con una pintura viviente acompañadas de un éter tan azul, pero tan azul, que te acogía en tu mente para enviarte en el más armónico mundo surrealista de la historia. Ese cielo, podía pasar a ser tan gris en simples segundos, solo por un hallazgo emitente de los estragos. Daniel, traía tal noticia, al poseer las respuestas concretas para cada pregunta que los chicos se hicieran. El conocía con exactitud como habían desaparecido esos videos.



-¿Saben cómo llega a ser eso tan posible?



-¡No, Daniel! ¡No! -Le exclamó Deborah perdiendo la paciencia-. Quieres hablar de una vez por todas.



-¡Ok! -él les sonrió-. Cuando existe una persona que guarda un parentesco muy cercano contigo, el que éste de tu lado es muy posible, aún en actos tan alejados de la moral -especuló-. Siendo así, hasta capaz de faltarle a su juramento como policía y como hombre del bien -mantuvo un suspenso.



-Carlos Benson -especificó Deborah.



-¿Qué? -exaltaron Chris y Angela a la vez, reconociendo muy bien aquel nombre.



-¿Tú ya lo sabías? -Le preguntó Daniel a Deborah.



-No realmente -contestó ella-. Solo que mencionaste a un policía y ese nombre fue lo primero que se me vino a mi mente -sintió impotencia.



-Pues, sí. Me quito un dedo a que fue él quien se deshizo de los videos -certificó Daniel-. Era el único que podía, además de que estuvo en el allanamiento.



-Yo me quito la mano entera a que fue él -secundó Deborah-. Ahora hasta estoy segura de que siempre lo supo. Recuerdan que les mencioné que me pareció extraño su comportamiento cuando me interrogaba sobre Santiago y mencioné lo del video -Se dirigió hacia Chris y Angela...



Hace meses atrás en el interrogatorio que tuvieron los chicos como posibles sospechosos en la muerte de Santiago. Deborah sintió el extraño interés por el oficial Benson, acerca del video del occiso y Trina, para ella era más que trabajo de investigación policial. Cuál video mencionó para darle como sospechosa a la misma Trina, quien ese entonces se desconocía su identidad. Haciendo ver eso como cuestionable.



Si algo tenía Deborah de superpoder, era que veía cosas que otro no, simples detalles, como: la ansiedad en un dedo, el sudor en una mano, la impaciencia de los pies, el enojo en tus pómulos, la inocencia o culpa de los ojos. Lo veía muy claro como para conocer tus intenciones, miedos o incertidumbres.

LO MEJOR ES CALLAR: Deseo de Justicia [REEDITANDO]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant