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Se vio obligada a considerar el sorprendente hecho de que el amor de su vida podría no ser realmente el amor con el que pase toda su vida.
—Jodi Picoult.

Las vacaciones parecieron no durar nada

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Las vacaciones parecieron no durar nada.

Akutagawa se preparaba para ir a su primera clase, con un horario nuevo y más revuelto que el del semestre anterior.

Se arregla con sus botas en el recibidor de su casa, sus madres se encuentran en la cocina y Gin, su hermana, aún no se ha levantado.

—Ryūnosuke —llama una de las mujeres. Como era de esperarse, su aspecto físico no se parece en nada. Ella posee el cabello castaño y lacio, mientras que el chico lo contiene negro y quebrado. —ten un lindo día, ¿sí?

El mencionado asiente, no se espera mucha respuesta, es suficiente para calmar el corazón de su cuidadora. Ambas saben que es de pocas palabras y están bien con ello. Después de todo, es un buen chico.

—Oh, ¿ya te vas? —dice la segunda mujer que sale de la cocina, secando sus manos torpemente con un delantal. —¿Necesitas que te llevemos?

—No es necesario, gracias. —él no se ha acostumbrado todavía a ser cariñoso con ellas, por más que los años pasen, le cuesta creer que tiene personas que se preocupan por él de una forma caritativa y maternal. —Tal vez otro día. —agrega para no verse muy seco, lo último que quiere es que piensen que no está agradecido con todo esto.

Toma su material de clases y sus llaves, el tintineo se produce dos veces, una cuando las agarra, y la otra cuando son usadas para cerrar la puerta desde afuera.

Un mensaje llega a su celular cuando llega a la parada donde suele tomar el autobús.

Es Atsushi.

Agendado a su lista de contactos como Jinko, Akutagawa presiona los botones necesarios para poder ver el mensaje completo.

Buenas tardes. —son cerca de cinco mensajes, cada uno más largo que el anterior. —¿Vas saliendo de tu casa? —casi escucha la preocupación en su voz. —Fyodor-san y Chuuya-san están en un duelo de violines en el auditorio. Aunque creo que no tienes tiempo para verlos. —manda un sticker que solo puede significar que se arrepiente de decirlo. —De cualquier forma... —hay tres mensajes borrados después de eso, y molesta mucho al azabache. —Quisiera hablar contigo cuando acaben tus clases ¿tienes tiempo?

Akutagawa se encarga de responder cada mensaje adecuadamente, pero no sabe cómo responder al último. Lo único que hace es responder afirmativamente y mandarle foto de su nuevo horario de clases para que acuerden cuándo encontrarse.

Atsushi responde con velocidad mandando una manita arriba confirmando todo.

Pero eso no apasiguó el mar y las olas que se formaron en la mente del mayor.

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