0;16

807 129 134
                                    

Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda del alma.
—Julio Cortázar.

—Vamos, Yosano, ya estoy demasiado grande como para que tú y Odasaku me preparen fiestas de cumpleaños

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Vamos, Yosano, ya estoy demasiado grande como para que tú y Odasaku me preparen fiestas de cumpleaños. —dijo sobándose la cabeza, sentado en una silla de su casa. Se moría de vergüenza y planeaba irse al último minuto de esta fiesta.

—Y ya empezó el aguafiestas. —chirrió Yosano rodando sus ojos morados. —No te matará que por una vez en la vida aceptes una. Además, esta vez tienes amigos con quién compartirlo. —dijo ella, en parte para ayudarlo a confrontar todo lo ocurrido con Mori y distraerlo de ello, ya sabía que Dazai no quería esto, pero con la ayuda de Oda y Chuuya fue más fácil.

—¿Amigos? —preguntó con cara aburrida y los ojos cerrados como si estuviera a punto de quedarse dormido por la pronta explicación.

—Pues Chuuya y sus amigos, ¿no te habías hecho cercano a ellos recientemente? —imploraba que la respuesta fuera afirmativa porque sino, esto sería un fiasco.

—No lo sé, Yosano. —dijo Dazai lleno de un disgusto total. —Quien tiene la última palabra es Chuuya, y si Chuuya todavía no me considera un amigo, entonces no lo somos.

Hablaba como si nada, pero ese incidente en la casa de Kouyou, cuando la niña le pregunto quién era y Chuuya respondió; lo notó incómodo. Era algo así como un recuerdo que no quería desenterrar y le disgustaba el solo pensar en ello.

—Dices eso, pero si tú consideras a Chuuya un amigo, ¿no está bien que digas que lo es? —ella lo decía sin malicia, lo que implica que lo dijo sin un ápice de conocimiento previo en la situación que atormenta a Dazai.

—Pues no. Porque Chuuya es extraño. —habló Dazai levantándose de su sillón, donde estaba acostado tranquilo antes de la mención del cobrizo. —Tan extraño como para hacer una cara agria cuando le preguntaron si somos amigos. —se iba acercando a la fémina quien no retrocedió, porque Dazai no lo intimida. Solo la intriga, por eso quedó de brazos cruzados, mirándolo como quien observa un cuadro de arte pegado en el museo intentando entender algo, sin lograrlo. —Así de extraño, que cuando creo que ya entendí su comportamiento, llega y hace una última cosa que me vuelve loco y me frustra que no predije.

—Espera, Dazai, ¿si quiera estás escuchando lo que dices? —habló Yosano apartando la distancia entre ellos con una mano safada de su nudo corporal. —Es como si lo quisieras saber todo de él.

Dazai alzó una ceja sin entenderlo en realidad.

—¿Y eso qué tiene de raro? —preguntó a regañadientes. En lo profundo de su cerebro ya sabía la respuesta, no ha podido dormir bien la noche anterior, ni la anterior a esa, debido a ese pensamiento. Pero solo lo quiere ignorar.

—Por lo que me has contado, solo has hecho esa clase de cosas una vez en tu vida. —explicó ella con una cara que pareciera estar atravesando una mina, no sabiendo cuándo o porqué sus pisadas iban a terminar en una explotación. —Lo recuerdas, ¿no?

| GRAFFITI | SoukokuWhere stories live. Discover now