An indirect gift

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La mañana del viernes arribó, despertando a Jeno. Sus problemas se suprimieron durante la semana, opacados por la situación familiar y lo mismo pasó con su cumpleaños. Al apagar la alarma miró la fecha con asombro pues la noche anterior estuvo estudiando para un examen importante y olvidó por completo todo lo demás.

Seguía decaído, sí. Cogió impulso para alzar su cuerpo de la cama. Era su cumpleaños pero tenía clases. Arrastró sus pies para salir al baño, pero abriendo la puerta sonaron dos disparos y saltaron los confeti sobre su cabeza.

—¡FELIZ CUMPLEAÑOS, NONO!—Exclamaron sus hermanos junto con sus padres sosteniendo un pequeño pastel que no sabe en qué momento habrán cocinado.

Sonríe al mirar las velas encendidas.

—Feliz cumpleaños, mi niño grande...—Dice Junghee, con dos grandes bolsas decorando sus ojos. Pero su sonrisa era más grande.

—Feliz cumpleaños, campeón. Vamos, pide tu deseo.—Le acercan la torta para que pueda iniciar el día.

No lo pensó mucho, tenía claro lo que quería cuando sopló apagando las cuatro velas desplegadas. Una ronda de aplausos, besos, abrazos y pudo retomar su ruta al baño para cepillar sus dientes. Los regalos los abriría al regresar de clases, pero mientras se arregla frente al espejo no puede evitar recordar la llamada con Hyuck. No estaría con él hoy, y aunque se alegra de los detalles y atenciones, quisiera pasar su cumpleaños con todos como lo suelen planificar. Hasta salir a divertirse en estos momentos le parece egoísta; celebrar mientras que sus seres queridos están preocupados, solo piensa en lo mal que le sienta.

Yujin y Hae insistieron en que debía volver sin demora hoy porqué prepararon una sorpresa. No sabe muy bien de qué va todo eso pero acepta para no arruinar lo que seguro les costó muchísimo trabajo planear.

En el receso miró la comida con desdén. Perdió el apetito, por lo que cerró el bento y se dedicó a mirar el partido de ping pong a la distancia ya que todavía seguía el castigo por el pelotazo de Haechan. Sintió algo tocar su hombro y al voltear era Mark. Esbozó una diminuta sonrisa, dejando que lo acompañara.

—Feliz cumpleaños, Jeno-Ah.—Felicitó con suavidad, evitando armar un escándalo que lo incomodara. Había hablado poco con Hyuck por mensaje, el menor le respondía con retraso por estar ocupado atendiendo a su abuela en la clínica. Sintoniza con el ánimo de Jeno, sin invadir su espacio.

—Gracias, Mark...—Se miran y el canadiense le extiende una barrita integral de fresa.—Oh...—Sonríe, recibiendo el presente.—Que lindo.

Mark asiente esperando que la pruebe. Al cabo de unos instantes el menor le da el visto bueno. Hay un ambiente apagado que no puede reparar.

—Está muy buena...—Murmura Jeno. Nunca se cansaría de comerlas.—¿Cómo estás?

—No mejor de lo que estás tú.—Admite.—No quiero que te tires mierda cuando nadie ve, por eso estoy aquí.

—No me tiro mierda.—Se queja.

—Solo te culpas por no poder ser más de ayuda, ¿Me equivoco?—Intercambian miradas.—Si tú no lo dices, lo haré yo.

—Mark...

Sentía culpa, es cierto. Tan cierto cómo que se lastima pensando en qué hace mal porqué no puede mantenerse fuerte. Todo el peso de creer que debe calmar las aguas en casa, servir de pilar. Asumiendo tareas que nunca le corresponden como lo habló con Hae, evitando cargar esas responsabilidades que llaman a su puerta ha logrado sentirse peor por no estar trabajando en ignorar su corazón. Desde que lo escucha todo se ha tornado en complicaciones de cualquier tipo. Dejar hábitos no aptos para su edad, también dejar de actuar como sus padres le está matando de ansiedad. Solo ser un adolescente le es imposible, su mentalidad lo rechaza y es como tener un cortocircuito constante. Vivir las emociones, sentirlas en tiempo real es como una daga atravesando su garganta. Descubrió que destapando sus sentimientos ya no tiene control sobre sus ganas de llorar, lo ha hecho un par de veces pero vuelven cuando menos se lo espera y en ocasiones muy extrañas. No le gusta esta transición a la "normalidad", ¿Así se sentiría todos los días? Como si intentara correr en el lodo; una pesadez que está desesperandole cada vez más.

Love²/ NaHyuck- RenHyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora