XIX

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Los árboles.

Los árboles comenzaron a mecerse cuando la noche pintó el cielo de un negro profundo con estrellas. Cassian pudo sentir la brisa acariciar su cabello y el olor de las hojas, de la calle vacía y el aire tocarle la nariz.

Miró el cielo por un momento antes de deslizar su mirada a Sapphire. Ella seguía corriendo justo frente a sus ojos mientras su cabello negro, alborotado por cada paso que daban, desprendía un olor a lavanda que Cassian había comprendo era su color favorito pero claro que no era por ella, Cassian amaba los olores suave. Él siempre lo hizo.

Apretó más la mano e intentó seguirle el paso. Cassian sabía que no se merecía nada de Sapphire, él fue el peor humano que podría conocer alguien como ella. Él sólo actuó como el mundo lo había tratado, solo fue un reflejo de todas las cosas que le sucedieron. Por un momento despertó, sus ojos brillaron como el cielo.

Cassian detuvo sus pasos.

Sapphire volteó a verlo con su rostro lleno de confusión.

—Lo siento —fue lo único que salió de los labios de Cassian que estaban pálidos por correr.

—¿Qué? ¿De que hablas?

—Sapphire, lo siento.

Sapphire pestañeo extrañada.

—Eres la chica más grandiosa que conocí desde que entré en esa escuela de mierda, eres grandiosa y lamento no haberme dado cuenta antes. Lo siento. Lo siento mucho.

El corazón de  Sapphire se desbocó cuando escucho sus palabras, había una sensación extraña en su corazón. Estaba segura que no eran sus emociones, ¿Acaso seguía conectada a la verdadera Sapphire? ¿Acaso esto es lo que ella siempre deseaba? Tal vez nunca buscó que Cassian correspondiera sus sentimientos sino que este se disculpara y aceptara que Sapphire era la mejor de ambos.

Sapphire soltó la mano de Cassian y comenzó a caminar por la calle dejándolo atrás.

—Solo por ahora déjame sentir que hice lo correcto, prometo no arrepentirme jamas —habló Cassian a sus espaldas.

—Solo eres un chico patético —habló al aire, esperando que Cassian siguiera muy atrás de ella.

Sapphire quiso preguntar a que se refería, pero pronto sintió la chaqueta del uniforme de Cassian caer sobre sus hombros.

Sapphire levantó la ceja con burla.

—Mi uniforme ya viene con una de estas, me cubre bien.

—Bueno —habló Cassian sonriendo al cielo como si evitara mirarla a toda costa— La diferencia es que tú seguro tienes mil de esas.

—¿Y?

—Yo solo tengo una y te la acabo de dar.

Sapphire soltó una risa tonta.

—Eres terrible intentado parecer un chico romántico —soltó aguantando la risa— Yi sili tingi ini.

—¡Sapphire!

Sapphire se quitó la chaqueta de sus hombres y la tiró sobre la cabeza de este. Cassian tomó la chaqueta de cada lado solo dejando su rostro al descubierto, su cabello había desaparecido por completo. Sapphire se dio cuenta que parecía una monja.

Pero no volvieron a pronunciar ninguna palabra mientras salían de aquella calle llena de casas altas y grandes, con patios impregnados de flores y árboles a cada lado de la calle. Sapphire repasó las palabras de Cassian y tuvo miedo de que este comenzara a sentir cosas por ella, si algo había aprendido en su primera vida es que nadie nunca haría que su corazón latiera y menos un chico como Cassian.

Las mujeres ricas y malvadas aman a los protagonistas masculinosWhere stories live. Discover now